El máximo tribunal penal del país confirmó ayer las sentencias recaídas en la primera y segunda elevación a juicio oral de la mega causa Feced. En la primera elevación el TOF II condenó a prisión perpetua a Ramón Genaro Díaz Bessone (ex comandante a cargo del Segundo Cuerpo del Ejército) y a José Rubén Lo Fiego, integrante de la policía de la provincia de Santa Fe, así como a Mario Alfredo Marcote, a la pena de 25 años de prisión, Ramón Rito Vergara, a 12 años de prisión y José Carlos Antonio Scortechini, a la pena de 10 años de prisión.

En la segunda causa fueron condenados a prisión perpetua Carlos Ulpiano Altamirano, a 22 años de prisión Lucio César Nast, Eduardo Dugour, Julio Héctor Fermoselle  y Ernesto Vallejo; a la pena de 20 años de prisión,  Ramón Telmo Alcides Ibarra; a la pena de 18 años de prisión a Ovidio Marcelo Olazagoitía, y a la pena de 12 años José Lo Fiego.

Tuve el honor y la responsabilidad de ser uno de los fiscales de ambos juicios, junto con el Dr. Mario Gambacorta y un insuperable equipo de trabajo.

Transitar por una audiencia donde se ventilan hechos de lesa humanidad hace mella en lo más íntimo, transforma, modifica.

El primer juicio oral en relación a los delitos cometidos por el estado terrorista en el mayor centro clandestino de la provincia permitió establecer como nunca antes el mapa de la represión ilegal en Rosario y zona, estableciendo las bases de lo que fue el segundo juicio y permitiendo la realización de la tercera y cuarta elevación, hoy en trámite, con otras herramientas y posibilidades.

Es necesario destacar el valor de quienes sobrevivieron y prestaron testimonios dirimentes, que echaron luz sobre lo más oscuro de nuestra historia reciente y permitieron desandar la impunidad que cercaba la justicia.

Logramos condenar a quien decidiera los destinos de seis provincias argentinas, y a ejecutores directos de los delitos más graves que prevé nuestro ordenamiento.

Esto solo pudo ser posible por el trabajo sin pausa de quienes sobrevivieron, de las familias de quienes aún permanecen desaparecidos y desaparecidas y de las incansables organizaciones de DDHH que aportaron su sapiencia a las acusaciones para sostener las banderas de la verdad, la memoria y la justicia. Falta camino por recorrer, pero este momento es de celebración, agradecimiento y reflexión por quienes ya no están, pero fundamentalmente porque hoy, sin lugar a dudas, el mundo es un lugar mejor.

*Ex titular de la Unidad Fiscal de DDHH y fiscal de los juicios Feced 1 y 2.