El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habría sido diagnosticado con una enfermedad ósea para evitar ir a la guerra de Vietnam en 1968, según informó el diario The New York Times. Las declaraciones las hicieron las hijas del médico que habría recetado el informe falso. Según el testimonio de las descendientes del doctor Larry Braunstein, cuando ellas era jóvenes su padre les contaba que había hecho un favor a Fred Trump, el padre del mandatario, diagnosticando a su hijo con espolones en los talones, una dolencia en el pie que le impedía asistir al conflicto bélico. “¿Lo examinó? No lo sé”, afirmó una de sus hijas, Elysa Braunstein de 56 años que junto a su hermana Sharon Kessel, de 53, contaron la historia familiar al periódico.
El médico, fallecido en 2007, alquilaba en un edificio que era propiedad de la familia Trump en el barrio neoyorquino de Queens. Según afirmó una de sus hijas, el médico habría conseguido acceso directo al padre del mandatario, a cambio del certificado. “Si había algo malo en el edificio, mi padre llamaba y Trump se ocupaba de ello inmediatamente. Era el pequeño favor que recibió”, dijo la hija del médico. “La historia era un saber familiar que siempre discutíamos entre familiares y amigos”, agregó. Durante décadas el doctor Braunstein atendió pacientes en la oficina de la planta baja en Edgerton Apartments en Jamaica, Queens, uno de los tantos edificios propiedad de los Trump en la década de 1960 y que fue vendido en 2004.
El Times no encontró documentación adicional que ayude a certificar el relato y la Casa Blanca, por su parte, no respondió su solicitud de entrevista con el presidente.
Una de las hijas de Braunstein afirmó al diario que Trump no tenía ninguna dolencia en los pies que lo descalificara. “Pero ¿lo examinó él? No lo sé”, agregó. Además sugirió que junto a su padre también participó otro podólogo, el doctor Manny Weinster, quien vivía en un departamento de Brooklyn que también era propiedad de los Trump.
Desde octubre de 1968, Trump obtuvo una calificación 1-Y que le impedía asistir al servicio militar excepto en casos de emergencia nacional o declaración de guerra formal, algo que no sucedió con el conflicto en Vietnam. Esta figura fue abolida cuatro años más tarde, y Trump fue declarado incapacitado de forma permanente.
El diario también preguntó sobre este asunto a otro podólogo que trabajó con Braunstein, el doctor Alec Hochstein, quien dijo no recordar la exención de Trump, pero sí evocó el buen trato de la familia del magnate hacia su colega. Además agregó que el trato especial contemplaba, en particular, la protección frente a las subidas del precio del alquiler. “Hablaba muy bien de los Triunfos, y estaban muy abiertos a negociar con él y permitirle que se quedara en el espacio con una renta con la que se sentía cómodo”, dijo el Hochstein.
A pesar de su testimonio, la familia no conserva ninguna clase de registro médico de las consultas de su padre. La hija de Braunstein dijo a Times que inicialmente su padre estaba orgulloso de haber ayudado a un “tipo famoso” en bienes raíces en Nueva York. Pero más tarde aseguró que el médico, un demócrata de toda la vida que había servido en la Armada durante la Segunda Guerra Mundial, se cansó de Trump sobre todo cuando comenzó a aparecer en las páginas de los diarios. Las hijas, ambas demócratas, descartaron ser fans del magnate neoyorquino.