Gustavo Lopetegui, el reemplazante de Javier Iguacel al frente de la Secretaría de Energía, comenzó su carrera en el gobierno de Cambiemos como vicejefe de Gabinete, a la par de Mario Quintana, por debajo de Marcos Peña. En lo formal, su cargo era Secretario de Coordinación de Políticas Públicas de la Jefatura de Gabinete.
Hace tres meses, ambos vicejefes dejaron sus cargos. Lopetegui, sin embargo, aceptó continuar como asesor presidencial, cuando el gabinete se redujo a la mitad. Ahora vuelve a los primeros planos para ser el tercer funcionario a cargo de un área por la cual ya pasaron Iguacel y, antes, Juan José Aranguren.
El nuevo titular de Energía tiene 56 años, fue CEO de LAN y tuvo un paso previo por la función pública antes de abrazar el macrismo: fue ministro de Producción de Felipe Solá en la provincia de Buenos Aires y también presidió el Banco Provincia. En el sector privado fue fundador de la cadena Eki y la empresa láctea PampaCheese, con sede en Santa Fe. Además, trabajó en la consultora McKinsey en España, Estados Unidos, Brasil y la Argentina
Su etapa de más dos años y medio en Jefatura de Gabinete estuvo marcada por las críticas hacia la incidencia, tanto suya como de Quintana, en los manejos de la economía. “El error del gobierno de Macri es poner a dos millonarios que saben hacer plata, como Lopetegui y Quintana, pero que de economía no saben nada”, llegó a decir el economista ultraliberal José Luis Espert.
En julio del año pasado, ante la crisis del sector frutihortícola en la Patagonia, Lopetegui propuso "una gran reconversión de plantas porque se han quedado produciendo una fruta que no es la que hoy pide el mercado”. En lugar de promover políticas de fomento a las economías regionales, manifestó que dichas economías debían quedar al arbitrio del mercado.
Ahora le llegó el turno de ser secretario. Será él quien controle a partir de ahora los aumentos de la energía y de los combustibles, tras el tarifazo anunciado ayer por su antecesor.