Los trabajadores de Cerámica San Lorenzo, en la ciudad de Azul, iniciaron un paro total tras denunciar que la empresa pretende cerrar dos sectores de la fábrica, despidiendo un centenar de personas. También realizan paros de cuatro horas por turno en las plantas de Chubut y San Juan. El grupo empresario viene de clausurar a principios de enero su planta en Villa Mercedes, San Luis, mientras que en otra, ubicada en Puerto Madryn, anunció su intención de reducir el personal y cambiar la modalidad de trabajo, pasando a un sistema con sólo un franco por semana.
La Federación Obrera Ceramista denunció que aunque “la empresa intentó justificar esta medida en una supuesta crisis económica, no ha podido demostrarlo en el marco del expediente administrativo correspondiente. Muy por el contrario, se trata de una poderosa multinacional, el grupo Etex con sede en Bélgica, que posee 118 plantas en 43 países”.
Para el sindicato se trata de una estrategia que busca reducir salarios y modificar condiciones de trabajo, reemplazando trabajadores antiguos y de convenio por mano de obra barata, y disciplinar por el temor a la desocupación. “A ello debe sumarse el inicio de una persecución hacia los delegados en todas sus plantas”, agregó la organización en el comunicado en el que explicó las razones de la huelga, que será acompañada por paros de cuatro horas por turno en las otras fábricas del grupo, que el año pasado fue comprado por capitales mexicanos.
Cerámica San Lorenzo fue una de las fábricas más importantes de la localidad de Azul, donde llegaron a trabajar más de mil personas, pero viene en un proceso de ajuste que lleva más de un año, con despidos, suspensiones y retiros voluntarios. En el marco de este conflicto, el Ministerio de Trabajo de la Nación dictó una conciliación obligatoria, pero después de varias audiencias sin ningún tipo de respuesta de parte de la empresa, vencido el plazo de la conciliación, el sindicato decidió el paro.
“Los ceramistas vamos a defender nuestros puestos de trabajo frente a los avances del capital que pretenden retroceder en el tiempo y condenar a las familias obreras a una vida de miseria”, advirtieron al convocar a “toda la sociedad a resistir el ajuste que pretenden hacer estas empresas internacionales que se han beneficiado durante décadas del esfuerzo de las familias trabajadoras de Argentina”.
En la planta de Puerto Madryn, esta semana fue anunciado que se reducirán los turnos, desvinculando a cincuenta trabajadores de un total de 110. Así lo adelantó el gerente de personal, que el viernes pasado hizo una visita a la planta. En ella adujo que la empresa va a lanzar un nuevo porcelanato que “requiere menos costos de producción”.
Según el sindicato de ceramistas local, entre los cambios en las condiciones de trabajo se pretende impulsar un régimen de seis días laborales y uno de descanso. El titular del gremio en Madryn, Armando Moyano, ha señalado en las otras plantas en las que el grupo despidió personal, les ofrecieron “hasta más del doble de la indemnización”, correspondiente para llegar a acuerdos que evitaran el inicio de demandas judiciales.