En el Ministerio de Transporte hay un funcionario fantasma. El hombre participa de reuniones con el ministro Guillermo Dietrich y también con otros integrantes del gabinete en nombre de la repartición e incluso brinda declaraciones a los diferentes medios de comunicación en representación del Ministerio. Ese fantasma, que responde al nombre de Pedro Sorop, motivó la presentación de una denuncia penal por parte de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), que lidera Pablo Biró. En la denuncia judicial, a la que accedió PáginaI12, el gremio denunció a Sorop por usurpación de autoridad y, de forma subsidiaria, al funcionario del Ministerio que facilita que Sorop trabaje “sin designación oficial” y “cumpla funciones como si fuera una suerte de Jefe de Gabinete o Coordinador General” de dicha cartera. De acuerdo a la denuncia, que recayó en el juzgado de Sebastián Ramos, el fantasma se mueve sin inconveniente entre los dos lados del mostrador pero además mantiene fluidas relaciones comerciales con hombres que integran las empresas aerocomerciales. Por caso, la presentación judicial sostiene que Sorop es socio en una compañía off shore, radicada en Panamá, con el CEO de Despegar SA, empresa que vende pasajes aéreos de Aerolíneas Argentinas por las que cobra comisiones. Según entiende APLA, la falta de designación de Sorop lo exime de presentar declaraciones juradas y hasta de ser investigado por la Oficina Anticorrupción. Para Biró, el sistema aerocomercial nacional y sobre todo la línea de bandera “están bajo el ataque mas agresivo y mas impensado, el de los empresarios que desembarcaron en el gobierno y lo utilizan para sus propios intereses”.
El viernes por la noche, todos los afiliados recibieron un mail que les remitió la comisión directiva de APLA. En ese texto, Biró explica los motivos de la denuncia que si bien tiene como destinatario principal a Sorop también puede recaer alguna figura penal en las máximas autoridades del Ministerio. El mail de marras incluye también la presentación judicial que el gremio vino trabajando desde hace varios meses y que se terminó de redactar hace unos pocos días.
APLA mantiene un enfrentamiento con el Gobierno nacional en general y con el Ministerio que conduce Dietrich en particular, por la política aerocomercial que implementa la Casa Rosada que favorece, en desmedro de la aerolínea de bandera, a las low cost. El gremio de Biró no es el único que confronta sino la totalidad de los sindicatos que existen en la esfera del comercio aéreo.
Según Biró, el rol que desarrolla Sorop es extremadamente delicado porque carece de designación pero también, según reza el comunicado distribuido entre los pilotos, por las consecuencias legales que puede tener en tanto influya en “el otorgamiento de rutas, la planificación de las inversiones, contrataciones y regulaciones que pueden afectar o beneficiar a determinadas empresas, o designaciones de otros funcionarios que tienen a su cargo la regulación y control de la actividad aerocomercial”.
La existencia de Sorop en las oficinas del Ministerio se da de bruces con el discurso de la transparencia e integridad que predomina entre los funcionarios de Cambiemos y para el gremio esta “tremenda ironía” se ve reflejada en “las acciones de personajes oscuros, con inconfesables intenciones que, día a día, entregan la soberanía del espacio aéreo y traicionan los intereses de la patria”.
El fantasma Sorop funge de Coordinador General (anteriormente se definía ese puesto como jefe de Gabinete del ministro) sin designación lo que le permite eludir “las obligaciones para las funciones que ostenta y que importan el cumplimiento, por ejemplo, de declaraciones juradas ocultando así su patrimonio”. La denuncia sostiene que “de esta manera Sorop elude la provisión de información y cotejo respecto a su patrimonio” más la variación que pudo haber tenido “o si participó o no en negociaciones o asuntos que pudieren ser incompatibles con la función pública”. En definitiva, para Biró este coordinador general “goza de todos los atributos en tanto es mano derecha del ministro Dietrich y, sin embargo, no cumple con las obligaciones legales”.
Sorop está desde el principio del desembarco macrista en el Ministerio y figura en múltiples notas periodísticas y en actos de gobierno donde participa en nombre del Ministerio de Transporte. Por otra parte, la denuncia también se concentra en señalar que Sorop figura como “socio, director y tesorero de la empresa International Real State Business SA” que está radicada en Panamá. También lo señalan como “accionista, director y presidente de la compañía off shore White Towers International SA”, también con domicilio en Panamá donde figura como “socio, director y tesorero” Damián Leonardo Scokin, CEO de Despegar SA que comercializa los pasajes de Aerolíneas “a cambio de cuantiosas comisiones”. Hasta 2016 Scokin formaba parte del directorio de LAN Argentina hasta que la SEC (Securities abd Exchange Commission) de los Estados Unidos le aplicó una multa millonaria en dólares por “prácticas corruptas” entre 2006 y 2007. Scokin fue reemplazado por el recién designado secretario de Energía, Gustavo Lopetegui y, según reza en la denuncia penal, “ambos pertenecieron a la consultora McKinsey” que, dicho sea de paso, fue la empresa que en 2016 asesoró al Gobierno de manera reservada en la elaboración de la nueva ley de comunicaciones por 875 mil dólares.
La carta donde Biró comunica a sus afiliados la presentación de esta denuncia finaliza anunciando el gremio va a continuar “enfrentando la impunidad del poder y la complicidad de los cobardes que permiten naturalizar lo que esta mal, la injusticia y la corrupción”.