Días después de haber publicado un video en sus redes sociales, el actor norteamericano Kevin Spacey pidió, a través de sus abogados, no tener que concurrir a un tribunal de Massachusetts el próximo 7 de enero, cuando se formalizará la acusación contra él por un caso de abuso sexual ocurrido en 2016.

El intérprete de Los sospechosos de siempre fue citado para escuchar las acusaciones en su contra, pero pidió no comparecer en el Tribunal de Distrito de Nantucket, presumiblemente para evitar las cámaras de TV. El fiscal que lleva el caso se opuso y solamente falta saber la decisión del juez.

Spacey dio la cara en un controvertido video, en lo que significó su primera aparición en más de un año desde que arreciaron las denuncias en su contra y fue separado de la exitosa serie de TV House of Cards. En el video, hecho en una sola toma y de carácter ambiguo, el actor habla a cámara como si fuera el personaje de Frank Underwood. De manera elíptica se refiere, tanto a su despido de la serie como a las acusaciones en su contra y deslindó responsabilidades. “Si no pagué por las cosas que ambos sabemos que hice, ciertamente no voy a pagar por las que no hice. No hemos terminado, no importa lo que digan los demás. Y además sé lo que quieren. Quieren que vuelva”, afirma en el video.

La primera denuncia del año pasado es de un episodio de 1986. El actor Anthony Rapp, entonces de 14 años, lo acusó por abuso y eso significó su salida de House of Cards. El caso por el cual quedará encausado el 7 de enero sucedió en octubre de 2016, e involucra al hijo de 18 años de una reportera de TV. El joven trabajaba en un restaurante y vio ingresar al actor. Le pidió un autógrafo y este lo invitó a beber, un delito en el estado de Massachusetts, que solo autoriza a los mayores de 21 años. Luego de unas copas, el joven ya estaba en estado de embriaguez y, de acuerdo a su relato, Spacey lo invitó a su hotel. El muchacho se negó y entonces Spacey le habría empezado a tocar los genitales.

Las denuncias contra el actor de 59 años se dieron en medio del impacto del movimiento #MeToo, que reveló los abusos y acosos en Hollywood, y que tuvo al productor Harvey Weisntein como principal acusado por su historial. A Spacey no sólo le significó dejar House of Cards: también fue apartado de la película Todo el dinero del mundo. El director Ridley Scott decidió filmar sus escenas con otro actor, Christopher Plummer, quien recibió una nominación al Oscar.