De entre las producciones del año, este cronista elige Tito. Es cierto, no es justo particularizar. Pero, ¿por qué no? La película de Esteban Trivisonno tiene mérito suficiente, es graciosa, se desdobla en capas. Tito Gómez es uno de los baluartes del cine de la región. ¿Alguien no lo conoce? Pues vean la película. Y maréense con lo (más o menos) cierto. Tito está en su salsa. Se nota que Trivisonno también.

Otra predilección: Abaddon, el cortometraje de Jesica Aran. Ciencia ficción low cost, con textura vhs, un diseño notable, pero por sobre todo: un guión que sostiene lo que se muestra. Aran tiene una puesta en escena precisa, consciente de lo que narra. El Festival Buenos Aires Rojo Sangre lo rubricó como "Mejor Corto Nacional", entre otros galardones.

Más favoritas: el catalán/rosarino Patricio Carroggio entregó un film sentido, que se ahonda en lo imprevisible mientras registra la acción. Es el caso de Siempre es tarde, y el logro de tamaña apuesta -el vaivén emocional de sus personajes, tironeados entre sí pero también consigo mismos- mucho tiene que ver con el desempeño de María Eugenia Solana, Gustavo Maffei y Francisco Fissolo.

Y también: Has pensado en matar, de Carolina Rímini y Gustavo Galuppo, film-ensayo que cierra la trilogía iniciada con Pequeño diccionario ilustrado de la electricidad y Binaria. Ahora es el turno de las puertas, lugar desde el cual filosofar las relaciones sociales y cuestionar el rol organizador que con ellas cumple el capitalismo. El montaje aparece en su esplendor, imágenes de archivo dialogan con otras de producción propia, junto a la voz urgente y sin ensayo de sus realizadores.

De todo ello surge la versatilidad con la que se desempeña el cine de la región. Y a pesar de los malos tiempos, teñidos de un opaco bien oscuro si se atiende al paraguas económico de la nación. Es por esto que más vale tener presente lo que se tiene para no perderlo. Seguramente no sea suficiente, y alcance cada vez menos para los cometidos que cada producción significa. Pero hay que subrayar que Santa Fe cuenta con un programa estímulo, Espacio Santafesino, que cumplió diez años y prosigue. También con el programa Entre Todos, de la Secretaría de Cultura y Educación de Rosario, que entregó subsidios para producciones audiovisuales. Y que en la provincia se declaró Industria al sector audiovisual.

Falta, eso sí, una ley de cine y en eso se está. Hubo encuentros entre productores de la provincia, el debate sigue. Es por esto que la tarea de Cepiar (Cámara de Empresas Productoras de la Industria AV de Rosario) se revela fundamental: fue la cámara la que reconoció antes que nadie a la tarea AV como industria.

"Abaddon", el cortometraje de Jesica Aran. Ciencia ficción con textura vhs.

Variedades santafesinas

Consecuencia de Espacio Santafesino (ES), y siempre en sala El Cairo, pudieron verse (parcialmente, dada las extensiones) trabajos como Los conversos (serie web de Arturo Marinho y Sandra Martínez), sobre los talleres creativos y de alfabetización en la Unidad Penitenciaria 6 de Rosario; Prohibido silbar (serie web de María Eva De Sanctis y Ludmila Wagnest), de perturbadora fascinación en un pleito entre director y actores de una obra teatral a estrenar; El Feriante (transmedia de Patricio Irisarri), dedicado a los talleres culturales en las cárceles de Rosario; De barrio somos (transmedia de Fernando Irigaray), sobre seis clubes rosarinos de tradición, como los son Saladillo, Tiro Suizo, Unión y Progreso, Echesortu, La Carpita y Fortín Barracas; La vida de las fábricas (serie documental de Florencia Castagnani), en donde se indaga en el ámbito fabril y la vida consustanciada de los trabajadores con las máquinas y su entorno.

El cortometraje Cama cucheta, de Josefina Baridón, ofreció una mirada femenina explosiva, que dinamita el suelo familiar y hace esperar con ganas el nuevo trabajo de su directora, ahora en postproducción: la serie web Quién pudiera. En el año destacó otro cortometraje: Rabia, de Romina Tamburello, que tuvo presencia en el Short Film Corner del Festival de Cannes y reveló a la guionista, actriz y dramaturga, como realizadora integral, en un trabajo donde brillan Carlos Resta y su hijo, Santino. Además, Cecilia Del Valle estrenó el unitario televisivo Canela, en donde retrata a Canela Grandi, arquitecta y docente transexual de la ciudad; y Juan Linch hizo lo propio con El cumpleaños de Mora, un corto que logra volver palpable lo extraño, entre el deseo fantasma y una celebración.

Todas estas producciones contaron con respaldo de ES. Así como los largometrajes Manekineko (dirección de Juan Pablo Arroyo, Gastón Del Porto y Alejandro Carreras), que reúne un puñado de historias y personajes simultáneos, repartidos en las ventanitas que significan un barrio de monoblocks apretados; y Sequía, tal vez una de las mejores películas que se hayan hecho en la región. Con dirección de Adrián Fabrissin, Sequía narra sin pudor y con fiereza el calvario de prostitución al que un padre somete a sus hijas: es una película que debiera tener una mayor permanencia en cartel, tan impactante es.

"Has pensado en matar", de Carolina Rímini y Gustavo Galuppo, film-ensayo.

Por una audiencia plural

En otro orden, es de tenor superlativo el nivel de producción de Señal Santa Fe, el programa de contenidos audiovisuales del Ministerio de Innovación y Cultura. Apenas ingresar a su página web (http://www.senalsantafe.gob.ar/), se lee con orgullo que se ha superado el millón de reproducciones en sus contenidos. Las realizaciones de Señal Santa Fe están lejos del rating premeditado o de cualquier retórica publicitaria, se trata de producciones dedicadas a indagar en la pluralidad que implica la provincia, desde sus idiosincrasias y singularidades. La web, en este sentido, ofrece un soporte que abre el panorama hacia esa misma diversidad de audiencia.

La pantalla de El Cairo también dio cabida las producciones de Señal Santa Fe surgidas del Laboratorio Audiovisual de Documental de Creación, la propuesta con asesoría especializada dedicada a impulsar nuevos proyectos. De este modo, se conoció Frankie, de Betania Capatto, film que transcurre en un centro de observación astronómica, mientras articula lo que allí se investiga con lo que sucede entre sus protagonistas. Por su parte, Guía para plantarse en la costa, de María Emilia Cortés, da protagonismo a las mujeres que habitan sobre las costas del río Colastiné; y Pequeños museos, de Agustín Sánchez Ordóñez, pone el foco en la relación que ciertas personas establecen con objetos especiales y curiosos. También Temperamentoº, codirigido por Berenice Gáldiz-Carlstein y Khamil Abdel Nazer, se preocupó por indagar en el mundo extrañamente hermoso de las cristalerías.

Siempre dentro de Señal Santa Fe, hubo un segundo unitario para el ciclo "Ensayos sobre interculturalidad": Los transmisores, de Diego Castro; con el anuncio de la puesta en marcha de un tercer unitario, que será realizado por Florencia Castagnani.

Festivales y más

Ya que de tarea política cultural se trata, el hacer del Centro Audiovisual Rosario es menester. El Festival de Cine Latinoamericano cumplió 25 años, y tuvo un buen desempeño con respuesta de público y su garantía de pantallas diversas. El Premio a la Mejor Realización Rosarina fue para la ya referida Los conversos, de Martínez y Marinho. El CAR, como siempre, ha impulsado nuevas ediciones de Una mirada mayor -junto a la Dirección de Adultas y Adultos Mayores- y Ojo al piojo, para los más niños. Tener estas vías de difusión en actividad es un privilegio. Así como la continuidad de ese proyecto ejemplar que es Escuela para Animadores: ya son 13 años de trabajo, siempre con la dirección de Pablo Rodríguez Jáuregui.

A propósito, de Jáuregui se conocieron dos trabajos: Mi bisabuelo es un vampiro (estrenado en Santa Fe, y dedicado a las salas de cine de allí) y Kinoplanety, con la atención puesta en las salas cinematográficas de Rosario. Se pudo ver también Juan Cambiante, el cortometraje animado de Estefanía Clotti, que goza de la plenitud poética de su autora, tan personal. Y como consecuencia del hacer animado, ha surgido la Red de Animación Rosarina, dedicada a promover actividades ligadas al medio, ahora con la atención puesta en la organización del Festival Animal, a desarrollarse en abril.

En cuanto a las salas, la relevancia de El Cairo Cine Público queda referida a lo largo de toda esta nota. Hay que señalar que la ciudad sufrió el cierre irreparable de Madre Cabrini. Sala como ésa no hay más. Pero hay una compensación: su programador insigne, Jorge Debiazzi, cumple ahora funciones en Arteón. De El Cairo hay que agregar que por allí tuvieron cabida las ediciones de Bafici Rosario (Calanda Producciones), el XV Encuentro de Cine Europeo, y la 18ª Semana de Cine Francés. Se celebró también la primera edición de Pensar en imágenes: Encuentro Nacional de Cine y Filosofía, organizado por Parresía, colectivo conformado por estudiantes, graduadxs y docentes de Filosofía (UNR). Y en Parque de España tuvo lugar la presentación de AREA Rosario (Asociación de Realizadores Experimentales Audiovisuales) y la concreción de la 3ª Muestra de Documental de Creación, integrada exclusivamente por trabajos de realizadoras mujeres.

"Sequía", tal vez una de las mejores películas que se hayan hecho en la región.

Y también

El rosarino Walter Becker tuvo estreno nacional con el largometraje Eterno paraíso; Nicolás Valentini estrenó en el Gaumont de Buenos Aires Pañuelos para la historia, protagonizada por Nora Cortiñas; el novel Blas Zanella fue premiado en España con su corto Karma; Enzo Monzón -residente en Barcelona- tuvo pantalla en El Cairo para su corto El drac de Miuka; Ignacio Blaconá presentó Los narradores, un ciclo dedicado a escritores e ilustradores de la ciudad; el tallerista y docente Emiliano Ovejero prosigue con su tarea extraordinaria: llevar alumnos del Colegio Secundario San Carlos con un corto seleccionado a la Cinemateca Francesa de Paris, en el marco del programa "Cine: Cien años de Juventud"; Gustavo Postiglione estrenó el documental Las cartas de Emilia, sobre la pintora Emilia Bertolé; y "Santa Fe Debate Ideas" reunió en el Auditorio Fundación Astengo a las realizadoras Lucrecia Martel y Claudia Llosa en un diálogo abierto; y 5Rtv, el canal público de la provincia de Santa Fe, cumplió dos años de tarea, con una grilla que incluye la difusión de producciones locales, más la permanencia del envío semanal Siete latidos: oficios de cine y TV, coproducido entre 5Rtv y Escuela Provincial de Cine y TV de Rosario: con dirección de Francisco Matiozzi Molinas, Siete latidos ofrece un acercamiento por demás necesario a los hacedores del mundo audiovisual de la región.

Libros

Libros sobre cine debieran ser habituales. Ojalá. Uno de ellos es El Fausto Criollo (Espacio Santafesino Ediciones), un precioso libro dedicado al maestro santafesino Fernando Birri, fallecido hace exactamente un año, y presentado en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.

En otro orden, uno de los grandes investigadores que tiene la ciudad es Sidney Paralieu, a él se debe el fundamental Los cines de Rosario, ayer y hoy. Ahora, Paralieu ha dedicado una investigación meticulosa para Los Oscars de los Directores de Cine (Fundación Ross), en donde reúne la más completa información sobre el tema, junto a muchas fotografías inéditas hasta para el acervo de Internet. La calidad de la edición es magnífica.

Otro investigador sustancial es Fernando Varea, algo que vuelve a demostrar con el artículo "Bergman y los críticos argentinos", incluido en 100 Bergman: Ingmar Bergman en Argentina (Raúl Manrupe, comp.), presentado durante el Festival de Cine de Mar del Plata. Además, Varea ha cumplido diez años de tarea ejemplar con https://espaciocine.wordpress.com/, de cobertura regional y nacional atenta, a la par de su habitual mirada crítica.

Cine y especulación financiera (Ciudad Gótica Colección Estación Cine Nº 21) reúne una serie de ensayos dedicados a pensar la temática que el título promete, desde la tarea compiladora de Sergio Fuster. Ahora bien, el libro que sobresale es El cine como promesa (Sans Soleil), de Gustavo Galuppo, en donde el realizador indaga en la imagen con la convicción puesta en la filosofía. Hacer cine es pensar el movimiento, el tiempo; algo que el mismo cine de Galuppo tiene presente. El libro es de un ofrecimiento intelectual generoso, tendiente a revelar preocupaciones personales a través de formas conceptuales nuevas.

El después

De los trabajos por venir, pueden referirse El camino del elefante, de Fernando Foulques, sobre una obra de Lauro Campos; Faxman: milagro de otoño, de Néstor Zapata; Sonido Saladillo, de Jorge Capriotti; El laberinto de las lunas, de Lucrecia Mastrángelo; Libertad 121, de Javier Scolari; 40 tableros, de Ana Taleb; Bares, serie web de Flavia Barrega; El cuento y El desentierro, dos largometrajes de Claudio Perrin; La vida que siempre soñaste, de Hansel Germán Monzón.

Las producciones no se detienen ni detendrán. Como ejemplos, los trabajos de Perrin y Monzón se integran en la tarea del Cluster Audiovisual Rosario, una manera de hacer y entender el cine con más vigencia que nunca: cooperativismo y solidaridad. Porque el cine es resistir. O no es cine.