Pasaron nada más que noventa minutos para que Rosario tuviera su primer homicidio del año. El joven Juan Pablo Ramos, de 19 años, se movía en su bicicleta, junto a su tío, de nombre Pablo, por la zona de 27 de febrero y Servando Bayo cuando, según los primeros testimonios, dos personas aún no identificadas a bordo de una motocicleta pasaron cerca de ellos y efectuaron disparos causándole lesiones en el cráneo, muslo y en el pie izquierdo, provocándole el fallecimiento en el lugar. Su acompañante, en tanto, no resultó lesionado. Personal del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (SIES) se hizo presente para dar asistencia a Ramos, pero no pudo reanimarlo. Se envió el cuerpo al Instituto Médico Legal para realizar la autopsia y así avanzar en la investigación.

Intervino en el caso el fiscal Luis Schiappa Pietra, de la Unidad de Homicidios Dolosos, quien ordenó que se presente el gabinete criminalístico de la Policía De Investigaciones (PDI), que realizó pericias fotográficas, toma de testimonios y levantamiento de rastros. Se recolectaron siete vainas calibre 9 milímetros. El Ministerio Público de la Acusación (MPA) determinó medidas en curso para corroborar y dilucidar la mecánica del hecho e identificar a los agresores. Por jurisdicción interviene personal de la comisaria 13. El tío del joven fallecido le reveló a la PDI que los agresores, desde la moto en movimiento, efectuaron varios disparos de arma de fuego, dos de los cuales impactaron en la cabeza de su sobrino, aportó Rosario 3. Tras cometer el hecho, los asesinos huyeron a toda velocidad del lugar sin testigos que los hayan divisado.

Por otro lado, en uno de los últimos hechos policiales del 2018, un policía fue baleado y terminó internado en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez. Dos delincuentes lo interceptaron a bordo de una moto y le dispararon en la rodilla. El uniformado, que se desempeña en la comisaría 31 de Rosario, se encuentra fuera de peligro. Se encontraba con su uniforme puesto en Amenábar y Magallanes cuando lo interceptaron dos hombres a bordo de una YBR color azul, aparentemente con fines de robo.

En el balance del 2018, el Gran Rosario tuvo saldo más que negativo en materia de homicidios. El año cerró con 196 homicidios y superó la cantidad del año anterior. La curva descendente había comenzado en 2014 (250 homicidios) y se mantenía de manera sostenida (en 2015 hubo 225, en 2016 fueron 180 y en 2017 se bajó a 162 homicidios), pero en el año que cerró recientemente el índice volvió a crecer de manera contundente.