Quizá 2018 haya sido uno de los años más tristes para los lectores del mundo y del país. Ursula K. Le Guin, la escritora estadounidense que cambió la ciencia ficción y la fantasía, murió el 22 de enero a los 88 años. Un día después, el 23 de enero, el gran poeta chileno Nicanor Parra murió a los 103. Liliana Bodoc, la autora de La saga de los Confines, murió a los 59 años el 6 de febrero. El mexicano Sergio Pitol murió a los 85 años, el 12 de abril. En mayo murieron uno de los padres del “nuevo periodismo”, el autor de La hoguera de las vanidades, Tom Wolfe (14 de mayo), a los 87 años; el genial Philip Roth, autor de la Trilogía americana, a los 85 años (22 de mayo), y el antropólogo argentino Carlos Martínez Sarasola, autor de Nuestros paisanos los indios, integrante de la comunidad mapuche Vicente Catrunao Pincén (29 de mayo). Llovía el jueves 11 de octubre cuando murió la mejor escritora argentina, la queridísima Hebe Uhart (foto), a los 81 años. El periodista Isidoro Gilbert, el autor de El oro de Moscú, murió a los 87 años, el 22 de octubre. El mexicano Fernando del Paso, murió a los 83 años, en la ciudad de Guadalajara. Diciembre no dio respiro: el 24 murió el último gran periodista, historiador y escritor anarquista, el queridísimo Osvaldo Bayer, a los 91 años; el 25 murió la poeta Irene Gruss a los 68, el 26 el escritor y psicoanalista Germán García, a los 74, y el 28 murió el escritor israelí Amos Oz, a los 79 años.