La segregación y el odio como actores de la política
Bolsonaro, el presidente del odio triunfante
La eficacia de ese sentimiento como herramienta política de la “nueva derecha” no sería posible, dice el autor, si no fuera porque la segregación es inherente a todo sistema simbólico. Y su presencia persistente en el siglo XXI es una constante en el malestar de la cultura.




















