Los cinco jóvenes acusados de haber violado a una adolescente de 14 años en camping El Durazno de la localidad bonaerense de Miramar declararon ayer ante la fiscal del caso, Florencia Salas, y continuarán detenidos. Alrededor de las 8 de la mañana fueron trasladados desde la Alcaldía de la Unidad Penal N° 44 de Batán a los tribunales marplatenses, donde estaban, a disposición de la Justicia, desde la madrugada del 1º de enero.

Tras tomar las cinco declaraciones, la fiscal le pidió al juez de Garantías en turno, Roberto Errandonea, que los jóvenes continúen presos bajo el cargo de “abuso sexual con acceso carnal agravado”. “Pedí la detención formal de todos y ahora quedan a disposición del juez de Garantías”, dijo la fiscal ante la prensa, tras tomarles la indagatoria a los jóvenes.

La fiscal Salas había dicho el martes que “la joven está bien; hay contención de todo el Ministerio Público para acompañarla a ella y a la familia”. Salas indicó además que en el lugar en el que se produjo el hecho se secuestraron “varios elementos que son sometidos a pericias” y que “en un hecho grave así se dispuso la aprehensión de urgencia”. Y agregó: “La cámara Gesell se hará mañana o pasado, apenas la chica esté en condiciones. El juez de Garantías nos la tiene que aprobar”. La muchacha ya fue entrevistada por un psicólogo y los padres también están recibiendo contención por parte del Estado, aseguraron desde el Ministerio Público.

Por otro lado, el titular de la policía comunal de Miramar, el subcomisario Andrés Caballero, fue desafectado del cargo por no haber actuado con rapidez tras recibir la denuncia.

Según trascendió, la decisión se tomó a raíz de que Caballero no acató las órdenes de la fiscal Florencia Salas, de la UFI Descentralizada de Miramar, de preservar la escena de la violación, secuestrar elementos de interés para la investigación (la ropa de todos ellos, la carpa tipo iglú en la que los encontraron y la Trafic blanca en la que viajaban) y trasladar a los detenidos para que sean sometidos a peritajes médicos de inmediato. Ya se barajaba en la fuerza su despido y su desempeño en este caso fue el detonante, ya que sus superiores “le pedían rapidez y él ponía excusas”. La decisión de relevarlo fue tomada rápidamente para evitar que los acusados se fugaran.

Además, Asuntos Internos de la Policía Bonaerense inició una investigación contra varios efectivos de la policía de Miramar por la posible vinculación con la familia de uno de los detenidos por la violación.

El hecho ocurrió durante la madrugada de este martes en el complejo turístico El Durazno, sobre el kilómetro 1 de la Ruta 11, donde la chica había ido a pasar el fin de año junto a su familia.

Según la denuncia que los padres de la adolescente realizaron en la Comisaría de la Mujer de General Alvarado, en algún momento de la noche notaron que su hija no estaba y comenzaron a buscarla dentro de las instalaciones. La encontraron en una carpa ubicada en otro sector del balneario, rodeada de los agresores. El padre de la chica los retuvo hasta que llegó la policía.

Los cinco detenidos, marplatenses y aficionados al surf, habían viajado desde Mar del Plata al camping de Miramar para pasar a fin de año en el predio, al igual que lo había hecho la adolescente, con su familia. Según la información difundida por diarios marplatenses, la menor fue encontrada alcoholizada y con señales de haber sido sometida sexualmente. Los peritajes realizados a instancias de la fiscal de la causa corroboraron la agresión sexual. Se ordenaron también exámenes toxicológicos para averiguar si además de alcoholizada la chica fue drogada.

Al cabo de unas horas con el patrocinio del defensor oficial, los acusados fueron asistidos por los abogados particulares Lucas Bruno, y los hermanos Marcelo y Gabriel Jiménez.