En diciembre se patentaron 28.271 vehículos cero kilómetro, un 40,6 por ciento menos que en igual mes de 2017 y un 28,8 por ciento por debajo de noviembre, según informó ayer la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara). Es el registro mensual más bajo del sector en la era Cambiemos y el peor diciembre desde 2009, en plena crisis internacional, cuando se habían patentado 23.282 unidades. Desde entonces, el nivel de ventas para el último mes del año se había mantenido por encima de las 30.000 unidades. Durante el 2018 se vendieron 802.992 automotores, un 10,9 por ciento por debajo del acumulado del año previo. El deterioro abarcó de manera similar a todos los segmentos de vehículos, aunque por marcas y modelos el comportamiento fue más dispar. El boom del importado se detuvo tras la megadevaluación del peso, pero se mantuvieron las ventas de los extranjeros de bajo precio. Buenos Aires (-16,1 por ciento), Tierra del Fuego (-19,7 por ciento) y Santa Cruz (-20,2 por ciento) fueron las provincias en las que más se retrajo la comercialización de unidades durante el año pasado.
“Completamos el año más cambiante de nuestra historia, en un nivel de patentamientos que representa el tamaño que debería tener el mercado argentino para ir creciendo de forma equilibrada. Fue un año complejo”, señaló el titular de Acara, Dante Alvarez. El eufemismo del presidente de la entidad remarca el vaivén que exhibió el mercado durante el año pasado. Tal como sucede en este último informe, la expectativa del sector se mostraba optimista frente a una economía que comenzaba a salir de la recesión de 2016. De hecho, el año había iniciado con una baja de impuestos para la compra de unidades de gama media y alta. Sin embargo, la corrida cambiaria que se inició a fines de abril, se profundizó en junio y se extendió hasta agosto cambió las reglas de juego. Encareció las unidades importadas y deterioró el poder adquisitivo de los salarios.
En junio, con un retroceso de 17,5 por ciento, comenzó el desplome de ventas hasta cerrar el año. En julio la caída fue de 16,8 por ciento y en el resto de los meses el retroceso no hizo más que profundizarse: agosto (-24,9 por ciento), septiembre, mes en que comenzó la segunda recesión de Cambiemos (-34,3), octubre (-38,2), noviembre (-45,7) y diciembre (-40,6). Diciembre suele ser el mes de menor volumen de ventas, lo que se explica por la decisión de los compradores de esperar a enero para patentar la unidad y ganar un año en el modelo, lo que permite luego un mayor precio de reventa. Sin embargo, este diciembre es el peor en nueve años. En diciembre de 2015 se habían patentado 31.584 unidades, en un contexto de cambio de Gobierno. Al año siguiente fueron 40.644 vehículos y en 2017, 47.593.
El acumulado del año pasado implicó un recorte de 98.013 unidades, lo que representa el equivalente a un mes y medio de ventas del 2017 (901.005 automotores). El promedio diario de despachos de 2018 fue de 3304 unidades, 358 menos que en 2017. En automóviles se patentaron 610.486 unidades, con una caída de 8 por ciento, siendo el menos afectado. La caída de la actividad repercutió de manera más directa en el parque de vehículos comerciales, utilizados para logística. En comerciales livianos se patentaron 199.167 unidades, un 18,7 por ciento menos que en 2017, y en comerciales pesados hubo ventas por 26.149, con un retroceso de 20,9 por ciento, según Acara.
Las marcas que fabrican en la Argentina con mejor nivel de ventas -pese a que terminaron con retrocesos respecto de un año atrás- fueron Volkswagen, con 119.188 unidades patentadas (-17,5 por ciento interanual); Renault, 114.300 (-0,6 por ciento); Chevrolet, 101.252 (-17,6 por ciento) y Ford, 96.346 (-15,9 por ciento). En marcas importadas el comportamiento fue más dispar.
La apertura del mercado al ingreso de vehículos extranjeros, el libre acceso a la compra de divisas y la reducción de impuestos para la gama media y alta generó un aluvión de marcas que comenzaron a ofrecerse en las concesionarias locales. Las que llegaron tarde al boom evidencian números positivos al compararse con un nivel de ventas cercano a cero, mientras que los que exhibieron un buen 2017 reflejaron la fatiga del año pasado. De esta manera, Nissan vendió el año pasado 22.028 unidades, un 34,5 por ciento más que en 2017, y Jeep patentó 14.361 (un 63,7 por ciento por encima). En cambio, BMW vendió 3736 vehículos, un 29,2 por ciento menos que en 2017, y Lifan, la marca china de utilitarios y monovolúmenes baratos, comercializó 1841 unidades, un 8,8 por ciento menos. Por su parte, los modelos de automóviles más vendidos fueron importados, casi en su totalidad desde Brasil: Toyota Etios (32.023), Ford KA (30.431), Chevrolet Onix (30.313), Chevrolet Prisma (27.973) y Volkswagen GOL (24.719). En comerciales livianos, el número uno fue para la Toyota Hilux con 33.482 unidades, seguida de la VW Amarok con 18.180 y la Ford Ranger con 16.736.