El ex jefe de Gabinete Alberto Fernández se resignó a pasar enero en Buenos Aires y está a la espera de poder mover a junio las clases de Comunicación Política que tiene pautadas en una universidad de Madrid para tomarse unos días en febrero. Muy activo en el armado de un frente de unidad opositor, asegura que conversa con todos pero que no puede dejarse de lado la figura de la ex presidenta Cristina Kirchner.
–Si hoy tuviera que ubicarse políticamente, ¿dónde lo haría?
–En la oposición.
–Eso es amplio...
–Es que hoy hay que privilegiar la unidad opositora. Toda mi vida milité en el peronismo. En algún momento me desencontré con Cristina y en algún momento me reencontré. Cristina es hoy el eje alrededor del cual pivotea la oposición por la cantidad de votos que tracciona.
–¿No se considera kirchnerista?
–Qué se yo lo que es el kirchnerismo hoy. Si es adherir al gobierno que fui parte, soy absolutamente kirchnerista. Si tiene que ver con el gobierno de Cristina, hay cosas que comparto y cosas que no. También digo siempre que no hay ningún gobierno que haya ampliado tanto los derechos de la gente como el de Cristina.
–¿Con qué frecuencia habla con la ex presidenta?
–Con mucha frecuencia. Cristina es alguien importante en la política argentina y en estos tres años de Macri su figura ha sido permanentemente vapuleada. No podemos caer en la trampa del macrismo, ella es una figura muy valiosa. Nadie puede desentenderse de ella y mucho menos considerar que su tiempo pasó, porque acumula los votos que ninguno de nosotros tiene.
–¿Y qué responde a los dirigentes peronistas que sostienen que es la candidatura que más pone en riesgo el triunfo en el ballottage por su alta imagen negativa?
–Las encuestas dijeron eso alguna vez, pero hoy no. Lo que dicen hoy las encuestas es que es tan competitiva como cualquier opositor y que todos los opositores le ganan a Macri, incluyendo a Cristina. El que hoy tiene un techo es Macri. Convoca sólo al voto antiperonista y no logra sumar al voto independiente que alguna vez tuvo.
–La otra cosa que dicen los detractores de la candidatura de CFK es que es el escenario preferido para Cambiemos porque la discusión se va a centrar más en el pasado que en el presente de la mala gestión de Macri.
–Eso ya no funciona así. A Macri le sirvió esa política maniquea cuando fue una expectativa, ahora no lo es. Todos sabemos qué va a hacer a la hora de gobernar, pero eso hoy le gana cualquier opositor. Ahora, si vamos a discutir la candidatura de Cristina estaría bueno que lo hiciéramos desde la premisa de la unidad. Y si no nos ponemos de acuerdo, deberíamos pedirle a la gente que resuelva quién es el mejor candidato. Lo que no me parece bien es que se ponga como límite a Cristina. Porque los mismos que la ponen como límite después reconocen que si no va, ellos compiten en las PASO. Entonces lo que están diciendo es “sacame a Cristina del medio porque me gana”.
–¿Conversó últimamente con Sergio Massa?
–Hablo mucho con Sergio. De hecho, hablé esta mañana (por ayer). El tiene una mirada más amplia que la de otros de Alternativa Federal.
–¿Imagina que finalmente confluirá en el frente de unidad?
–Es lo que yo quisiera. El peronismo siempre anduvo entre los 43 y 45 puntos. Si ahora se suman los 35 puntos de Cristina y los entre 8 y 10 de Massa, tenemos lo que siempre tuvo el peronismo. Son los únicos dos que tienen votos.
–¿Podría ir por otro cargo que no sea presidente?
–No sé. Lo que se abren son alternativas interesantes. Axel Kicillof, que es un hombre joven, con potencia. También la alternativa de Felipe Solá, que tiene una trayectoria impecable, que ha sido un gobernador de Buenos Aires excepcional. Y Massa, que se ha preparado mucho para tratar de gobernar Argentina. Me parece que tenemos alternativas, pero lo que no se puede negar es la presencia de Cristina.
–En caso de que lo colocaran como jefe de campaña del candidato o candidata de la oposición, ¿qué eje le recomendaría?
–Pensar cómo recuperar la Argentina del desastre que hizo Macri. Advertirle a la gente que la herencia que va a dejar es tremenda y que Argentina tiene salida, pero no por el camino que Macri dice. Nosotros sabemos de qué se trata, porque recibimos un país muy parecido al que va a dejar. Un país en default, con muchos pobres, con más desocupación. Y sabemos cómo se resuelve esto porque ya lo hicimos. Y también darle a la gente la tranquilidad de que cosas que se hicieron en los últimos años no van a volver a ocurrir. Por eso digo que vamos a ser mejores que Macri pero también mejores de lo que fuimos nosotros mismos.
–¿En qué rubros plantea esta mejora?
–El primer punto, el debate ético hay que saldarlo de una vez por todas. Que quede claro que nadie quiere en la Argentina problemas de corrupción pública. Hay que salir de la encrucijada que nos pone Cambiemos cuando nos hace partícipes a todos de lo que puede haber hecho un tipo que tenía nueve millones de dólares en el baúl del auto.