La séptima edición del clásico veraniego "Un Verano Fresquito", prosigue en el empeño afortunado de proponer risas y teatro, con precios accesibles, en Teatro La Comedia (Mitre 958). Dependiente de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad, la propuesta ofrece en esta oportunidad tres obras locales, surgidas de la convocatoria municipal, y una obra invitada de Buenos Aires. La temporada inicia hoy a las 21.30 con Naturaleza Rota, con funciones en mismo horario durante todos los viernes de enero. De la Compañía Tuto Tul, Naturaleza Rota se presenta con la tarea actoral única del también clown José Guirado, y dirección de Gustavo Guirado.

"Naturaleza Rota es una obra que ya lleva muchos años. La estrenamos en agosto de 2012 en España, en el Festival Internacional Fringe, y desde ese entonces ha girado -sin exagerar- por el mundo. Desde Corea del Sur a Brasil, Alemania, Austria, distintos lugares de Europa, y por supuesto en Argentina, en donde quizás se ha hecho menos (risas)", explica Gustavo Guirado a Rosario/12.

"Es una obra que nos ha dado muchísimas satisfacciones, nos gusta mucho hacer, y ha tenido funciones ininterrumpidas desde su estreno. Desde la actuación, está basada en el clown y el circo, pero se trata de una obra de teatro. La historia hace referencia a un personaje que está muy apartado del mundo, y construye muñecas y seres con pedazos de otros. De las cosas rotas del mundo, él arma seres de diferente naturaleza. Por supuesto, tiene algo de Geppetto, tiene de las películas de Tim Burton, hay algo de Toy Story; y también tiene algo muy argentino y rioplatense: aquello de que nosotros sabemos transformar los objetos que deshecha la sociedad industrial y de consumo en cosas bellas. Siempre decimos que es un homenaje a todos los rotos del mundo, entre ellos nosotros mismos (risas)", prosigue Guirado.

En cuanto al desempeño de José Guirado, el padre y director comenta que "se trata de una intensa performance actoral. José Guirado, mi hijo, despliega una serie de técnicas desde el clown, el circo y el teatro mismo, en una relación de fuerte contenido poético con distintos objetos. Aparecen allí un carro de supermercado, restos de muñecos y muñecas. Los objetos tienen por momentos vida propia, y a veces literalmente se devoran al personaje actor, porque empiezan a cobrar vida y logran una vida autónoma. Hay una radio que tiene voz propia y que transmite sin que sea necesario encenderla; en fin, quiero decir, en esta obra se pulsa constantemente la vocación lírica de la materia, y aparece un universo, un paisaje onírico, de una ensoñación, de una composición estética muy cuidada. También en relación a la puesta en escena", agrega.

Naturaleza Rota se anuncia para todo público, o al decir de Guirado: "incluso para adultos, siempre y cuando vayan acompañados por la atenta mirada de un niño. Es un mundo mágico que se pone en juego de manera notable, delante de tus ojos. La han visto públicos de idiomas muy diversos y el resultado es muy importante".

La relación entre director y actor (padre e hijo) se adivina intensa. Cuando habla de su actor, de su hijo, el elogio brilla: "Todo esto está sostenido por un desempeño actoral que me parece a mí un lujo y que realiza José, alguien muy formado, que ha estudiado en Francia, en España, en las escuelas de Jacques Lecoq. Ha estudiado muchísimo el clown también, con una formación muy importante en las corrientes teatrales del siglo XX".

--De no haber sido padre, creo que no podrías haber pensado esta obra.

--Con José me doy el lujo de trabajar algo que para mí, como actor, sería imposible, por la ductilidad que él tiene, por sus recursos técnicos y expresivos. No encuentro otro actor, al menos por aquí, que los tenga. Y porque hay algunas cosas que parecen remitirnos a ese pasado construido en común, que fue su infancia.

--La permanencia de la obra en el tiempo seguramente tenga que ver con cuestiones que todavía persisten, en el público y en ustedes mismos.

--Es una obra que resulta muy contemporánea, porque sigue interpelando de un modo muy directo al espectador. Lo interpela filosóficamente, ideológicamente, estéticamente. Cuando hubo posibilidad de hacer varias funciones, la gente vuelve, trae a sus familiares para que la vean, sucede algo muy potente. Es una obra que tiene capas de lectura tanto para el público adulto como para los niños. Y es una obra que no se ha hecho mucho en Rosario, así que es una oportunidad para que se vea un trabajo que queremos compartir.