Tras la caída de ventas de automotores que exhibió el cierre del año pasado, el Gobierno vuelve a elevar por decreto el mínimo no imponible del impuesto interno para vehículos terrestres y embarcaciones de alta gama. En el caso de automotores, excluidos autobuses, colectivos, trolebuses, autocares, coches ambulancia y coches celulares, el piso será de 1.400.000 pesos de precio en concesionaria (sin contar márgenes, gastos y comisiones), para motos será de 380.000 y para embarcaciones para recreo o deportes y motores fuera de borda, 1.250.000. Respecto de los valores actuales significa un aumento de 55,5 por ciento en esos montos, que de ahora en más se actualizarán trimestralmente por inflación. El próximo ajuste de la base se hará en abril. 

“Era una noticia que estábamos esperando hace tiempo, porque (su demora) complicaba las ventas”, afirmó a este diario una fuente de la Asociación de Concesionarios de Automotores. Los puntos de venta habían sacado de los listados los vehículos que superaban el tope no imponible –por ejemplo, autos de hasta 2 millones de pesos de venta al público– y podrían estar alcanzados por impuestos internos, elevando el valor al público. Ahora, con un mayor margen para ser alcanzados por los impuestos internos, de 20 por ciento sobre el valor de la unidad, se espera que las concesionarias suban los precios de los automotores, motovehículos y embarcaciones que se encontraban en esa zona gris.

Si bien la entidad está realizando un relevamiento con los vehículos alcanzados -tanto motos como automóviles- que estaban en esa zona gris, entre los de fabricación nacional se encontraban el Toyota SW4 y el Mercedes-Benz Vito. Se suman varios importados que en los últimos años inundaron el parque automotor argentino. 

Otro cambio que introdujo este decreto es que la base imponible se ajustará de manera trimestral en los meses de enero, abril, julio y octubre de cada año, en base al Índice de Precios al Consumidor que informe el Indec por cada período. Previo al decreto, el ajuste del mínimo no imponible se hacía de forma mensual, pero su traspaso al impuesto no era directo sino que debía informarlo el Gobierno.