La firma Macoser S.A. dejó de fabricar las conocidas máquinas de coser Singer en su planta de San Francisco, Córdoba. Se trataba de la última empresa nacional dedicada a ese rubro y con una trayectoria de 64 años. Ahora, afirma que no puede competir con productos importados. La paralización de la producción se concretó el 3 de diciembre, aunque la firma seguirá siendo licenciataria en el país de la clásica marca Singer. Desde la compañía, fundada en 1954 por Anselmo y Aquiles Macchieraldo, anunciaron una política de reconversión productiva y de competitividad: apostarán todo a las cocinas, con una versión totalmente eléctrica como novedad. “Este ha sido el final de la máquina para coser, nosotros ya habíamos previsto este momento hace 20 años”, afirmó el director ejecutivo de Macoser S.A., Roberto Macchieraldo. Según el empresario, la decisión de cerrar la producción tuvo que ver con “una competencia feroz con países muy poderosos como los del Medio Oriente, sumado a que es imposible la inversión que debíamos realizar para que nuestro producto sea más competitivo”. “Hace dos años comenzamos a incorporar otros procesos en la fabricación de cocinas y de manera gradual se absorbió el personal hacia esa producción”, explicó.