Una nena de 14 años está internada en el hospital de Joaquín V. González, en Salta, luego de que su madre la rescatara de la casa en la que tres hombres mayores de edad la violaban. Para salvar a su hija, cuyos gritos escuchaba desde afuera, la mujer echó la puerta abajo, mientras que otra mujer, madre de uno de los abusadores, negaba que la niña estuviera allí. Los tres hombres están detenidos, acusados de abuso sexual con acceso carnal calificado, mientras que la mujer fue detenida bajo la sospecha de encubrimiento agravado, confirmó en un comunicado el Ministerio Público Fiscal. El ataque ocurrió en Las Lajitas, un pueblo a unos 200 kilómetros de la capital provincial, en la mañana 1 de enero, y anoche la chiquita –que está “toda mordida, arañada, en todo el cuerpo”– permanecía “totalmente inconsciente, aparentemente le dieron alcohol con droga”, detalló en diálogo con este diario su tía Paulina. “Mi sobrina sigue en shock. Estamos esperando que la fiscalía consiga turno para que vea a un psicólogo en Metán y después declare en cámara Gesell. La idea es que ella haga el relato una sola vez para que no se traume por recordar una y otra vez lo que le pasó”. Hoy, a las 8.30, habrá una manifestación convocada por la familia de la chiquita, para reclamar que la justicia actúe y sea rápida. La investigación está a cargo del fiscal penal de Joaquín V. González, Gonzalo Gómez Amado, y la causa recayó en el juzgado a cargo de Héctor Guzmán Salustros.
El 1 de enero, la nena había salido con amigas a saludar a vecinos de Las Lajitas, un lugar de alrededor de 20 mil habitantes, por el año nuevo. Al cabo de un rato, como no regresaba, su madre salió a buscarla; la encontró, la chica le pidió quedarse un rato más, y ella accedió. Poco después, una mujer la llamó para decirle que creía que la nena gritaba desde dentro de una casa frente a la suya. Al llegar, la madre de la chica escuchó los gritos; una mujer “estaba adelante, tomando mate y le decía que ahí no estaba”. “La nena gritaba ‘mamá, llevame, mamá, me duele’ y la tipa no la quería dejar pasar. En la casa había cuatro habitaciones, de una sentía que la hija gritaba. Mi prima no se explica de dónde sacó fuerza, porque debe pesar 55 kilos, pero tumbó la puerta. Había dos tipos teniendo a la nena y uno en la puerta, que disparó, se dio a la fuga cuando ella entró. Ella entró a las patadas, los tipos salieron. Y ella alzó a la nena, le puso la ropa y salió; la vecina las trajo al hospital en camioneta”. En el hospital, “apenas la vio, el médico dijo que le habían dado alguna droga, porque la nena estaba en otro mundo”. La nena veía que la madre lloraba, pero no la reconocía y le decía “pobre usted, señora, qué le habrá pasado a su hija, me imagino lo que debe sufrir”, contó la tía.
Los tres hombres están detenidos por la violación y la madre de uno de ellos, también detenida, está sospechada de ser cómplice primario.