El año pasado, por primera vez, una aerolínea extranjera fue la que más vuelos realizó y más pasajeros transportó con destinos internacionales en el mercado aerocomercial argentino. Se trata de la compañía de origen chileno Latam, que se impuso ante Aerolíneas Argentinas, al quedarse con el 27 por ciento del mercado, mientras que la línea de bandera (tomado en conjunto con Austral) se tuvo que conformar con el 22 por ciento, según el último informe de la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), sociedad bajo la órbita del Ministerio de Transporte. El cambio de composición, parte del plan desguace de AA y Austral denunciado por los gremios, llevado adelante por el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, e ideado por el ex Ceo de LAN y actual ministro de Energía, Gustavo Lopetegui, tiene lugar además en un contexto de retracción de negocio ante el impacto de una devaluación del 50 por ciento del peso. En diciembre viajaron 1.273.000 pasajeros, lo que representó una caída de 2 por ciento frente a igual mes de 2017, cuando el dólar valía la mitad que ahora. En el acumulado del año pasado se transportó 15.083.000 personas, un 2 por ciento por encima del ejercicio previo.

La importancia de mantener una línea de bandera, en términos de conectividad y generación de empleo, no encaje encaja en el programa Revolución de los Aviones, la política de cielos abiertos que promueve Dietrich. La guerra de precios promovida por el Gobierno comenzó con una serie de concesiones impositivas y de inversión provincial y estatal en infraestructura para captar empresas low cost, principalmente extranjeras, para que capten parte de la torta local. Luego se remataron rutas y frecuencias, en su mayoría operadas por Aerolíneas y Austral, lo que fue quitándole al Grupo de Bandera participación en el mercado doméstico. Pero más silencioso y solapado fue la cesión de rutas extranjeras por parte de Aerolíneas, algo que los gremios venían denunciando desde que comenzó el plan de Lopetegui. El ex Ceo de LAN promovió acuerdos bilaterales con otros países para explotar rutas pero que no son aprovechados por AA. Lentamente, la línea de bandera fue reduciendo su mercado.

La principal beneficiada es la chilena Latam. Según el último informe de la EANA, en 2018 se transportaron 29.486.000 de pasajeros, un 7 por ciento por encima de 2017, de los cuales 15.083.000 fueron a destinos internacionales (alza de 2 por ciento interanual) y 14.403.000 de cabotaje (13 por ciento). En la torta de viajes internacionales, la ex empleadora de Lopetegui realizó 26.708 vuelos internacionales, un 5 por ciento más que en 2017, y transportó 4.035.000 pasajeros, con una leve baja de 3 por ciento interanual que se explica por el desplome de 6 por ciento de diciembre. Con estas cifras mantuvo un 27 por ciento del mercado internacional. Por su parte,      Aerolíneas realizó 25.996 vuelos   (un 2 por ciento menos) y transportó 3.347.000 pasajeros (un 8 por ciento menos), con lo cual redujo su cuota de mercado en dos puntos porcentuales a 22 por ciento. La panameña Copa también cierra un buen año: aumentó 30 por ciento su cantidad de vuelos (8163) y 36 por ciento la de pasajeros (630.000). 

En cabotaje también cedió espacio aéreo la línea de bandera, pero en ese caso de manos de las arribadas firmas low cost, que en su mayoría comenzaron a operar el año pasado. En este segmento se mantuvo como la principal operadora con 95.556 vuelos internos, un 2 por ciento más que en 2017, y transportó 9.596.000 pasajeros, 3 por ciento por encima del registro del año previo. En diciembre la operatoria se resintió para las líneas tradicionales, pese a que creció el mercado de cabotaje ante la escalada del tipo de cambio que imposibilita a muchos asalariados viajar fuera del país. AA y Austral (agrupados) trasladaron en diciembre 796.000 pasajeros, 5 por ciento menos que el último mes de 2017 y su cuota de mercado se ubicó en 62 por ciento, 3 puntos debajo de doce meses atrás. 

Latam también perdió cuota, pero menos que Aerolíneas. Realizó el año pasado 17.454 vuelos, con una retracción de 12 por ciento, y registró 2.394.000 pasajeros (-7 por ciento interanual). En diciembre, no obstante, registró un incremento de 23 por ciento en la cantidad de pasajeros (233.000) y su cuota de mercado cerró en 18 por ciento, solo un punto debajo del cierre de 2017. 

Al momento de explicar los puntos que perdieron las firmas tradicionales, principalmente el Grupo de Bandera, hay que mirar los números de las low cost. La controversial Flybondi, que comenzó a operar asiduamente a fines de marzo, acaparó en el año un 6 por ciento de cuota acumulado y en diciembre llegó al 8 por ciento de la torta de cabotaje, con 865.000 pasajeros transportados en el año y 7078 vuelos realizados. En diciembre volaron por esta línea aérea 97.000 personas a algún destino dentro del país. La otra low cost es la colombiana Avianca, que se quedó con el 2 por ciento del mercado: 4408 vuelos realizados en el año y 214.000 pasajeros transportados. El dato más llamativo es Norwegian que, tras haber empezado a volar en octubre, cierra 2018 con un 5 por ciento del mercado de cabotaje, con 102.000 pasajeros transportados en el año, de los cuales 97.000 viajaron en diciembre.