Los países americanos que conforman el Grupo de Lima, a excepción de México, afirmaron ayer que no reconocerán un nuevo gobierno del mandatario venezolano Nicolás Maduro, y lo instaron a transferir el poder a la Asamblea Nacional. “El 10 de enero dará inicio el nuevo periodo ilegítimo del régimen de Nicolás Maduro, el mismo que se deriva de unas elecciones ilegítimas que no contaron con los estándares mínimos democráticos, ni la participación de todos los actores políticos involucrados en el proceso venezolano”, señaló al fin de la reunión en Lima el canciller peruano Néstor Popolizio, quien encabezó el encuentro. En esa línea, los gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía, instaron al mandatario venezolano a que no asuma nuevamente el jueves.
Como sustento de su decisión, los trece países afirman que las elecciones del pasado 20 de mayo fueron ilegítimas porque no contaron con las “garantías y estándares internacionales necesarios para un proceso libre, justo y transparente”. El organismo multilateral, formado en agosto de 2017, se refirió también a la “gravedad de la crisis humanitaria” y al éxodo de migrantes que salen de Venezuela con destino a los países centro y suramericanos. “Hacemos un llamado a toda la comunidad internacional para que presten el debido apoyo financiero a nuestros países, porque un éxodo de esta naturaleza desborda las capacidades nacionales”, apuntó Popolizio, y subrayó que el éxodo es producto de las políticas de Maduro que definió como antidemocráticas, opresoras y dictatoriales.
Entre las medidas que anunciaron adoptarán como rechazo al nuevo gobierno, destacan la reevaluación de las relaciones diplomáticas de los trece países con Venezuela. La declaración agrega que, en función de lo que permitan sus legislaciones internas, impedirán a los altos funcionarios del régimen venezolano la entrada al territorio de los países del Grupo de Lima, medida que Estados Unidos ya está ejecutando. También aseguraron que elaborarán listas de personas naturales y jurídicas con las que entidades financieras y bancarias de sus países no deberán operar o deberán prevenir su acceso al sistema financiero y, de ser necesario, aseguran, congelar sus fondos y otros activos o recursos económicos.
El gobierno de México fue el único país del grupo que no firmó la declaración conjunta. A nombre del gobierno mexicano, el subsecretario para América Latina y el Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Maximiliano Reyes dijo ayer que este tipo de acciones agudizan el deterioro de las condiciones de vida de los venezolanos.
Esta no es la primera vez que el organismo multilateral arremete contra la presidencia de Maduro. En febrero del año pasado le pidieron la apertura de un corredor humanitario y la llamada a elecciones. En esa ocasión, Uruguay, que no participa del grupo, aprovechó para marcar sus diferencia con los trece países. “El bombardeo de declaraciones, las exclusiones y las amenazas no ayudan en nada”, comunicó entonces la cancillería uruguaya. Con una apreciación similar, el diputado por el Frente para la Victoria (FpV) Guillermo Carmona, afirmó a Páginal12 que la salida a cualquier situación de conflicto interno no tiene que ser la injerencia de otros países sino la del respeto por la soberanía. “Esta nueva declaración está en la línea de lo que ha venido haciendo el Grupo de Lima que es actuar con un abierto injerencismo en asuntos internos de estados de la región. Y esa es una posición que desde la cámara de diputados del FPV y Partido Justicialista (PJ) repudiamos. Sobre todo la adhesión de Argentina porque va en contra de la posición que nuestro país tuvo históricamente”, concluyó.
Informe: Sofía Solari.