El presidente Mauricio Macri recibirá hoy en el country Cumelén de Villa La Angostura, donde está de vacaciones desde el 22 de diciembre, al gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez. Si bien el jefe de Estado anunció su respaldo a Horacio “Pechi” Quiroga como candidato a gobernador en las próximas elecciones del 10 de marzo, la relación con Gutiérrez es buena. No obstante, en las últimas semanas hubo algunos cortocircuitos porque el mandatario provincial se manifestó abiertamente en contra del recorte de subsidios que impulsa el gobierno nacional en el programa de estímulo a la producción de gas no convencional.
Desde hace varios meses el Ministerio de Hacienda viene promoviendo un recorte en los subsidios millonarios que reciben un puñado de petroleras, con Tecpetrol a la cabeza, para cumplir con el plan de ajuste que acordó con el Fondo Monetario. El ex secretario de Energía, Javier Iguacel, venía resistiendo esa poda y su salida marcó el triunfo definitivo de Nicolás Dujovne. Cuando el desplazamiento se produjo, Gutiérrez respaldó el programa de estímulo previsto en la resolución 46/17 que había diseñado el ex ministro de Energía, Juan José Aranguren. “No se puede borrar con el codo lo que se firmó con la mano (...) Así como la provincia se comprometió a dar seguridad jurídica, no subir regalías ni ingresos brutos es necesario que el Estado Nacional respete lo establecido en el marco de la resolución 46”, aseguró.
El recorte ya es una decisión tomada puertas adentro del gobierno y las petroleras lo saben, pero la publicación de los cambios se demora y entonces queda abierta la posibilidad de continuar con el lobby para tratar de mantener beneficios. El gobernador de Neuquén sabe que si se recortan los subsidios indefectiblemente la inversión se contraerá y eso terminará afectando a la provincia. Por eso presiona para tratar de suavizar la medida.
El subsidio equivale a la diferencia entre un precio estímulo fijado por la autoridad regulatoria y el precio efectivo promedio de venta de gas en el mercado local. El precio estímulo este año fue de 7,50 dólares por millón de BTU, unos tres dólares por encima del precio de mercado, y la resolución 46/17 prevé que se reduzca con el tiempo: 7 dólares en 2019; a 6,50 en 2020 y a 6 dólares en 2021.
La intención de Aranguren era que esa baja gradual fuera convergiendo con una suba del precio efectivo que paga la demanda hasta que la diferencia entre ambos valores desapareciera y con ella el subsidio. El plan inicial era desembolsar 600 millones de dólares este año y 400 millones el próximo. Sin embargo, la fuerte devaluación del peso obligó al gobierno a forzar una baja en dólares del precio del gas en boca de pozo para que las tarifas no subieran tanto como hubiese correspondido. Esa baja del precio en dólares rompió con el sendero ascendente que había planeado Aranguren y amplió la brecha entre el precio estímulo y el precio efectivo que paga el mercado. Por lo tanto, el lugar de reducirse, los subsidios comenzaron a crecer. Se estima que el año próximo la compensación por la resolución 46 podría llegar a los 1200 millones de dólares.
Por ese motivo es que Hacienda tiene decidido modificar la normativa para reducir de manera significativa ese beneficio que ha tenido como principal beneficiario a la petrolera del Grupo Techint. Si bien todavía no hay nada oficializado, los rumores indican que el subsidio previsto para 2019 podría reducirse de 1200 a 600 millones de dólares, nada menos que un 50 por ciento.