La primera ministra británica, Theresa May, buscó ayer acercar posiciones con el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con quien espera poder cerrar un acuerdo de comercio bilateral que ayude a la economía del país europeo tras el Brexit.
La primera ministra británica, Theresa May, ingresó a las 12.30 a la Casa Blanca, inaugurando la agenda presidencial de encuentros de la flamante administración republicana con jefes de Estado. Seguidamente, Trump y May ofrecieron a las 13 locales (15 hora argentina) una rueda de prensa en la que afloraron coincidencias y divergencias, y luego compartieron un almuerzo de trabajo. El dueño de casa abrió la ronda de prensa asegurando que las relaciones entre Estados Unidos y el Reino Unido nunca fueron más fuertes, y expresó su “apoyo perenne” a la consolidación de las relaciones entre ambos países. Sin embargo, las declaraciones de May abrieron un franco intercambio de divergencias, en particular sobre Rusia.
Mientras que May señaló que las sanciones económicas a Rusia deben continuar, algo que el presidente estadounidense Donald Trump ha puesto en duda, remarcó que dada la relación especial con Estados Unidos, ambos países tienen margen para estar en desacuerdo. Trump, en cambio, se reservó la libertad de acción afirmando que, si bien aún es pronto para hablar sobre la posibilidad de que su país levante las sanciones a Rusia, quiere tener una “fantástica relación” con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Trump, que como un gesto de cordialidad hacia su visitante le mostró, al recibirla, que había vuelto a instalar en la Oficina Oval un busto de Winston Churchill que su predecesor, Barack Obama, había retirado, también aseguró que la relación de su país con el Reino Unido es “más fuerte que nunca”, gracias, en parte, a su afinidad con la primera ministra.
May, por su parte, felicitó a Trump por “una asombrosa victoria electoral” y señaló que ambos países están unidos en el reconocimiento de la OTAN, tema sobre el cual también hubo matices divergentes, dado que Trump criticó varias veces ya la utilidad de esa alianza militar.
Según la mandataria británica, además, Trump le había reafirmado que ambos países tienen un compromiso inquebrantable con la alianza atlántica. Indicó también que había sido portadora de una invitación a visitar Gran Bretaña extendida por la reina Isabel II, y que Trump había aceptado.
A su vez, el estadounidense elogió al Reino Unido por abandonar la Unión Europea (Brexit), dado que él había experimentado personalmente, como empresario, la diferencia entre la “muy mala experiencia” en Europa continental, mientras que con los británicos todo le había sido siempre más sencillo. “Fue una cosa fantástica para el Reino Unido”, dijo, y agregó que espera llevarse bien con May, al igual que con muchas otras personas.
La premier británica aseguró que ambos comparten poner en el centro los intereses “de la gente común”. La conservadora May ha mostrado afinidad con Trump en varios temas y agradeció el apoyo del nuevo presidente estadounidense a su estrategia para romper los lazos del Reino Unido con la Unión Europea (UE). Este jueves, May dio un discurso ante la reunión invernal de los senadores y congresistas republicanos en Filadelfia, a la que también asistió Trump, y llamó a “renovar la relación especial” entre Estados Unidos y el Reino Unido. “Estoy encantada de que la nueva Administración haya convertido el nuevo acuerdo comercial entre nuestros países en una de sus prioridades más tempranas”, sostuvo May, al recordar que ese tratado debe funcionar para ambos lados y servir los intereses mutuos.
Pese a sus elogios al nuevo líder estadounidense, May subrayó la importancia de las alianzas multilaterales que han sido cuestionadas por Trump, como la OTAN y la ONU. Le pidió que Estados Unidos no se aleje del mundo para evitar un “eclipse de Occidente”, y le aconsejó tener cuidado con el presidente Putin. “Estamos unidos en nuestro reconocimiento de la OTAN como el bastión de nuestra defensa colectiva, y hoy hemos reafirmado nuestro compromiso inquebrantable con esta alianza”, subrayó la primera ministra británica.
May aseguró, no obstante, que también había conversado con Trump sobre la importancia de que la OTAN siga asegurándose de que está igualmente equipada para combatir el terrorismo y las amenazas cibernéticas como para combatir formas más convencionales de guerra. Trump aseguró numerosas veces a lo largo de la campaña electoral del año pasado que consideraba que la OTAN estaba obsoleta, y este mes reiteró esa opinión durante dos entrevistas con medios europeos. El nuevo presidente estadounidense también criticó el año pasado a los socios europeos de la OTAN por no aportar suficientes fondos a la Alianza, y sugirió que podría reducir el apoyo estadounidense a ese bloque transatlántico. Pese a las críticas de Trump, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha expresado su confianza en que el nuevo presidente estadounidense mantendrá su compromiso con la organización.