En el año 1997 Aníbal Jozami fue elegido rector de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF). Desde entonces, se preocupa por el desarrollo de una oferta de carreras en ámbitos determinados y originales, que favorecen la inserción laboral del egresado. Es, además, Director General y fundador del Museo de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (MUNTREF) y de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo del Sur (BIENALSUR).
Desde 1973 Jozami empezó su vínculo con la cultura y con el correr del tiempo se convirtió en un prestigioso coleccionista de arte argentino y referente cultural de nuestro país. En 2016, el diario El País lo ubicó como una de los diez coleccionistas iberoamericanos más importantes.
En diálogo con Universidad, el rector de la UNTREF profundizó acerca de la propuesta institucional y académica de la casa de altos estudios bonaerense, al tiempo que reflexionó sobre su rol en el ámbito del arte y la cultura, el papel de la extensión universitaria y los desafíos actuales del sistema universitario.
La UNTREF se destaca por su oferta académica cualitativamente diferenciada. ¿A qué responde esta propuesta? ¿Este hecho se vincula con la idea de una institución que acepta los desafíos y las demandas del mundo de hoy?
La idea de crear nuevas universidades, que se puso en práctica en la segunda mitad de los noventa, no respondía sólo a la necesidad de acercar geográficamente la universidad a la gente, sino fundamentalmente a crear universidades que fuesen pertinentes a las demandas de la sociedad y la producción.
Nosotros pusimos en práctica esa intención creando carreras que llenasen vacíos de la oferta académica de las universidades tradicionales, que al ser necesarias al desarrollo socio económico del país, garantizaran la salida laboral de los estudiantes al graduarse.
Teníamos claro -tal como sucedió- que nuestro estudiantado provendría de los sectores con mayor vulnerabilidad y que no podíamos desilusionarlos al ofrecerles orientaciones que no les permitiesen crecer laboralmente.
Su rol de prestigioso coleccionista de arte argentino y referente cultural de nuestro país se trasmite indudablemente al escenario de la Universidad. MUNTREF y BIENALSUR son dos ejemplos que se destacan por sus propuestas artísticas y culturales. ¿Cuál es el objetivo fundamental de fomentar estos espacios en el marco de una universidad pública? En este sentido, ¿qué opina sobre la democratización del acceso al arte y la cultura?
Mi pasión por el coleccionismo y mi vocación por el destino y el desarrollo de la cultura no han sido determinantes para el accionar de la universidad. Sí han hecho posible que pudiese apreciar espacios en los cuales veía que la universidad podría y debería desarrollarse, al mismo tiempo que, a través de la colaboración de otros colegas, se creaban otros ámbitos más desconocidos para mí.
La UNTREF se planteó el desarrollo de áreas vacantes en la sociedad y, en ese sentido, advertimos que el mundo cultural de nuestro país se limitaba al centro de la Ciudad de Buenos Aires. Por eso nos propusimos un desarrollo cultural en el conurbano bonaerense y en algunas provincias alejadas, llevando el accionar de nuestros museos a diferentes lugares.
Creo que el arte es un fenómeno social que, como las demás expresiones culturales, debe difundirse democráticamente y, en ese sentido, nuestra universidad ha jugado un rol fundamental a través de sus cinco museos y otros proyectos que apuntaron siempre en esa dirección.
En lo que se refiere a BIENALSUR, es un proyecto creado y pensado desde la universidad por quien habla, junto con la Dra. Diana Wechsler. Está basado en la interdisciplinariedad entre los estudios de relaciones internacionales y la teoría e historia del arte. Su objetivo fue y es conformar un proyecto que devuelva a nuestro país el rol de capital cultural del continente y crear lazos de integración entre los países del sur a través de la cultura. Su primera edición fue un gran éxito, realizándose simultáneamente en treinta y dos ciudades de dieciséis países. Hoy estamos preparando la segunda edición que se desarrollará en un mayor número de ciudades y países. Hemos impulsado desde nuestra universidad una red de universidades, la Red Académica de BIENALSUR integrada por más de treinta universidades, desde Tasmania hasta Europa, incluyendo a las más representativas de nuestro continente.
El año pasado se cumplieron cien años de la Reforma Universitaria de 1918, la gesta cordobesa que abrió las puertas de la universidad hacia nuevos sectores de la sociedad. En este siglo, ¿cuáles serían los desafíos reformistas? ¿Considera fundamental seguir abriendo las puertas de la universidad a toda la población?
Los ideales de la Reforma Universitaria siguen totalmente vigentes a pesar del tiempo transcurrido. Generalmente se recuerda más aquellas posturas cordobesas ligadas al cogobierno, la renovación de las cátedras y el régimen de concursos para la designación de profesores que ya se han concretado, pero no se tienen en cuenta otras que están aún por perfeccionarse.
Córdoba hizo una apelación a la América toda que fue muy bien recibida en muchos ámbitos de nuestro continente y representó uno de los pocos momentos que nuestro país se planteó una acción de tipo continental. Asimismo, se consideró que el rol de extensión, es decir, que la acción extramuros de la universidad era fundamental, y esto no termina de ser aceptado en nuestro país. La primera radio universitaria del mundo fue la de la Universidad de La Plata y fue fundada en 1924 por Benito Nazar Anchorena, hombre de la Reforma de 1918 y entonces presidente de esa universidad.
Hablando de la extensión universitaria, ¿qué papel desempeña la UNTREF a la hora de tender puentes entre la producción de conocimiento y la comunidad? ¿Qué rol lleva a cabo para afianzar el vínculo entre la sociedad y la universidad?
Estamos convencidos que la responsabilidad social universitaria no se agota en su acción específica de formación de profesionales a través del desarrollo del conocimiento y la investigación, y que eso no tiene valor sin acciones que apliquen prácticamente esos saberes para el desarrollo de la comunidad y el bienestar de la gente.
En este sentido, la UNTREF se planteó desde sus inicios el ser una institución actuante en distintos ámbitos sociales a través de acciones concretas en muy diferentes ámbitos de especialización.