Cambridge Analytica, una consultora británica que trabajó para la campaña electoral del presidente estadounidense Donald Trump, se declaró culpable ayer y fue multada por un tribunal de Londres por haber rehusado informar sobre datos personales que había extraído de Facebook.
La red social admitió que Cambridge Analytica –una asesoría política que dirigió la campaña digital de Trump en 2016– utilizó una aplicación para recolectar informaciones privadas de 87 millones de usuarios sin su conocimiento. Utilizó después estos datos para mandarles publicidad política especialmente adaptada y elaborar detallados informes para ayudar a Trump a hacerse con la victoria contra la candidata demócrata Hillary Clinton.
Ayer, la empresa se declaró culpable de incumplir la orden del regulador británico de medios de revelar la información que tenía sobre un profesor estadounidense, David Carroll, que pidió conocer qué datos tenía la compañía sobre él y cómo los había obtenido. Fue condenada a una multa de 15.000 libras (19.100 dólares, 16.700 euros) además de deber pagar costos judiciales por unas 6000 libras.
La audiencia, celebrada en la pequeña sala de un juzgado en las afueras residenciales de Londres, aportó datos sobre un caso que sacudió la reputación de Facebook. El abogado representante de la Oficina del Comisionado de Información británico (ICO) aseguró ante el tribunal que Cambridge Analytica logró reunir el equivalente a 81.000 millones de páginas impresas de datos sobre los usuarios del gigante estadounidense de las redes sociales.
Investigaciones periodísticas de los diarios británico The Guardian y estadounidense The New York Times, publicadas hace un año, llevaron a la ICO a confiscar las computadoras y servidores de Cambridge Analytica como parte de una investigación. Desde entonces la firma, con sede en Londres, se declaró en suspensión de pagos.