“La idea es representar la comida callejera de Asia, con sabores de diversos orígenes”, explica David Wu, argentino descendiente de taiwaneses y uno de los socios de The Night Market, el local que abrió hace unas semanas en el barrio de Palermo. El lugar es amplio, con una estética que imita una calle bajo techo, con mesas pequeñas y grandes distribuidas por todo el lugar, una barra en la entrada y dos puestos principales al fondo, donde cocinan y despachan los distintos platos. La mecánica es simple: en la barra se compran “monedas”, que luego se canjean en los puestos por la comida. Cada moneda sale $100; los platos chicos cuestan una moneda; los platos más grandes salen dos monedas. Precios amigables para probar varias cosas.
David y su hermano Fernando (encargado de la cocina) ganaron experiencia gastronómica porteña con Dumpling House BA, el local de Microcentro especializado en los clásicos buñuelos asiáticos. “Allí ofrecemos sabores más suaves, para comer al mediodía en medio de la jornada de trabajo. Acá apostamos por más intensidad y variedad”, explican. Así, en The Night Market es posible pasear por buena parte de Asia, con recetas taiwanesas, japonesas, coreanas y varias fusiones, en capítulos que incluyen dumplings, pinchos, baos, noodles y arroces. Algunos ejemplos: se puede comenzar con los dumplings de cerdo y kimchi (el fermento de col indispensable de la cocina coreana) y seguir con un Lu Rou, un estofado de cerdo taiwanés con arroz; o arrancar por pinchos (estilo yakitori japonés) de panceta y verdeo para luego continuar con un Taiwan Beef Noodle, una sopa de fideos con carne en caldo. Y entre lo más occidental están las bao-gers, simil hamburguesas envueltas en pan al vapor, como las Sweet and Sour, de pollo con salsa agridulce. Todo es rico, divertido y fácil de disfrutar, si bien aún les falta animarse a sabores más extremos, para aquellos que ya son habitués de este tipo de cocinas. Para beber, la necesaria cerveza (hay artesanales y asiáticas) y refrescar así el paladar imaginándose en medio de una húmeda calle perdida en el soñado Lejano Oriente.