El australiano Bernard Tomic venció a su compatriota Nick Kyrgios en el torneo de Kooyong, preparatorio del Abierto de Australia, que arranca el lunes en Melbourne, en un partido que será recordado por su desenlace. Tomic se impuso por 6-3 y 6-4 y sorprendió a todos con su saque en el punto que le dio la victoria.
El jugador se paró con dos pelotas en su mano, como se estila hacer para un segundo saque o para el siguiente punto. Mientras amagaba con guardarse una pelota en un bolsillo, pasó su raqueta por detrás y golpeó la pelota que parecía destinada al bolsillo mientras con la otra mano rebotaba la pelota con la que supuestamente iba a sacar. En un abrir y cerrar de ojos, la pelota cruzó la red y se convalidó el punto.
Kyrgios quedó desconcertado. Por un segundo pensó que habría un segundo saque, pero el árbitro dio el punto y se terminó el partido. Entre sonrisas, ambos tenistas se saludaron.
El tenis no suele ofrecer momentos fuera de libreto y hay pocos antecedentes. En 1989, Michael Chang ganó Roland Garros, pero su batalla de octavos de final contra el entonces número 1, Iván Lendl quedó en el recuerdo. En un momento dado, Chang, sacó desde abajo y sorprendió con el ace más raro de la historia a su rival.
Dos años más tarde, Yannick Noah y Magnus Larsson disputaron en Hamburgo un partido cuyo resumen desmiente que se haya tratado de un encuentro oficial, con un show del francés al que se prestó su rival sueco, para delicia del público alemán.