- River: el Campeón de América pasa por sus mejores días. Tal vez por eso se encaprichó en contratar jugadores que se apelliden así, Díaz, como Paulo Díaz y Luis Díaz. Aprovechando la bolada, llamó Ramón Díaz y dijo que está disponible, pero el presi D’Onofrio, fingiendo otra voz, le dijo que era equivocado. También llamaron Hernán Díaz y hasta el “Panadero” Díaz. Sólo faltó que llamaran del Supermercado Día para ofrecerse como sponsor de la camiseta. Todos los jugadores cumplieron su promesa por ganarle a Boca y se platinaron el pelo, salvo Pinola que ante su abstinencia capilar, se platinó la pelada.
- Boca: Angelici no quiso ser menos que River y metió en el carrito de las compras a un Díaz, el ex arquero de Huracán Marcos Díaz. Esta noticia, de sumar un nuevo arquero a Boca –el quinto en tres años– hizo que el boliviano Lampe (suplente del suplente del titular y sin jugar un minuto de manera oficial) rompiera en llantos. El arquero juvenil del club, Manuel Roffo, preguntó si lo toman de “rofo” ya que la rompe en la Selección Sub 20 y en el primer equipo ni bola. En la Boca propician la “política vegetariana”: porque el DT es “Lechuga”, su presidente se la pasa mandando fruta, el plantel es una ensalada, y si este año no pasa naranja y hacen cualquier verdura, todo se irá para el lado de los tomates.
- Independiente: los jugadores pasan, el DT Holan queda. Del plantel que ganó la Sudamericana se fueron todos menos el arquero Campaña, que está haciendo ídem por irse al Santos de Sampaoli. Igual aclaró que su posible ida no tiene que ver con DT. Parece que Holan con los jugadores tiene menos onda que Macri imitando a Fredie Mercury. Tanto que algunos futbolistas del Rojo esperan que algún club de cualquier tipo o factor acerque una oferta por ellos. Tan desesperados estarían que si alguno ofrece cargarles 200 pesos en la SUBE, los futbolistas agarrarían viaje.
- Racing: el “Chacho” Coudet sueña con el moreno Santiago “Morro” García. Su esposa hubiese deseado que sueñe con ella, pero no. El presidente Blanco hizo gestiones por el Negro pero quedaron en un gris. A último momento llegó Cvitanich que dejó el club Banfield y ahora, al llegar a Avellaneda, para ir a trabajar, deberá bajarse cuatro estaciones de tren antes. El arquero Gastón “Chila” Gómez, que la rompió el año anterior, ahora se rompió otra cosa: los ligamentos cruzados.
- Huracán: su nuevo DT, Antonio Mohamed, encara su cuarto ciclo en el club de sus amores. “Estoy en mi casa”, dijo el Turco, mientras dirigía la práctica en pijama y ojotas. Y agregó: “Esperemos que la cuarta sea la vencida y venzamos en algo o en vez de trabajar de entrenador en el ‘Globo’ terminaré laburando como motoquero de ‘Glovo’”.
- San Lorenzo: la hinchada pedía caras nuevas y las hubo: un par de veteranos que se hicieron una cirugía facial para cumplir el pedido y seguir en el club. ¿Refuerzos? Hasta ahora sólo se reforzaron tres plateas de madera de la Platea baja, que se habían roto en noviembre pasado. También llegó el ex Gimnasia y Lanús, Monetti, que siempre soñó fracasar en un club grande.
- El resto: Atlético Tucumán inició un período antiparasitario y vendió a la “Pulga” Rodríguez. El comprador, Colón, tendrá que ver cómo balancea el hecho de tener una sola pulga para tantos perros.
El último de la tabla, Patronato, perdió a sus dos goleadores, Barceló y Sperdutti. Por eso, para tratar de zafar del descenso, el club entrerriano está organizando sus propios carnavales y tienen un disfraz para sus jugadores para que estén irreconocibles: deberán disfrazarse de futbolistas talentosos.
El presidente de Unión leyó un libro de autoayuda que aconseja que “en la vida hay que dejar ir”, y dejó ir a su goleador Franco Soldano al club griego Olympiacos por dos mangos, que traducido en dólares sería apenas 850 mil verdes.
Newell’s contrató al volante Emanuel Biancucchi, ex Melgar de Perú, que tiene por carta de presentación ser primo de Lionel Messi. Se cree que su archirrival, Central, para no ser menos, contrataría al primo del cuñado de una hija de Maradona. Precisamente, el club canalla lamenta la partida del delantero Marco Ruben, quien pasó al Atlético Paranaense. Para acallar rumores, el goleador sin apellido aclaró que no se fue mal de Central: “Nada que ver. No me fui mal. Pedí un remís y vino enseguida”.
Peligro de Wolf
Supermercado chino de pases
Este artículo fue publicado originalmente el día 14 de enero de 2019