Lluvia de inversiones, lo que se dice lluvia, parece que no hay, pero inversiones sí ¿o acaso no vio cómo se está invirtiendo todo? Mire, cuando estaba la Shegua, como dijo Mauri, se combatía al desempleo con empleo; en cambio, ahora, y como debe ser, al desempleo se lo combate con más desempleo. Todo el gabinete mirándole la cara a este flagelo lo amenazó: “beberás de tu propia medicina, pero sin cobertura del PAMI”. Agarre lo que sea, educación, ciencia o salud y haga este ejercicio: observe el problema, piense la solución, inviértala y ya podrá anticipar cualquier medida del Gobierno. Para decirlo en una sola frase: no es lo mismo “ser-PRO” que “prócer”. ¿Vio? Lo da vuelta y se entiende cómo es la cosa. Ya me veo a algún ministro arengando “yanquis, GoPro”. Y ya que hablamos de yeguas y de próceres, ¿qué le parecen los nuevos billetes que hace el Gobierno? ¿No me diga que anda más perdido que neurótico queriendo saber de qué lado va el de $500? ¿Más angustiado que San Martín excluido de un billete? Espere, no critique tan rápido que hay que darle lugar a la FAUNEN… perdón, a la fauna nacional en nuestro papel moneda. ¿No le gusta el yaguareté? ¿Y el de $200 con la ballena franca austral? No, no es una ballena del plan austral, es franca porque entró en el sinceramiento. Y también se viene el de $1000 con un hornero, una taruca para el de $100 y un cóndor para el de $50. ¿No sabe cuál es la taruca? Es un mamí- fero en peligro de extinción, bah, como el billete de 100 pé… Y le digo más, conozco unos cuantos que hasta hace poco más de un año se la pasaban opinando de política en las redes sociales y ahora solo publican fotos de hermosos animalitos. Por ahí andan diciendo que ponen animalitos en los billetes porque los gorilas se sienten solos, pero no sé si es así. De todos modos, le voy a dar un consejo. Vaya mirando las películas de Tarzán que así vamos a andar dentro de poco. Yo sé por qué se lo digo. Mire, tengo un amigo que padece de zoofobia y ni tocar los billetes puede, pero no porque se angustia, sino porque se quedó sin laburo. Tengo otro amigo que es psicoanalista y como estaba por dar un seminario sobre el hombre de los lobos y el hombre de las ratas lo convocaron para diseñar nuevos billetes. Cuando llegó a la reunión quiso explicarles eso de las tribus que idolatraban a un animal totémico y cómo todos se reunían en un clan. Parece que a Mauri le gustó lo del clan, se interesó por la prohibición de contacto y exclamó: “¡¡¡Vieron que las vallas se usan desde hace mucho!!!” Otro funcionario, en cambio, se entusiasmó con lo del banquete totémico y rápido anunció: “Contratar y despedir debería ser natural como comer y descomer”. En cualquier momento aparece alguno a recomendar la dieta de la antropofagia. A decir verdad, hay un ministro que, para acabar con el hambre y la pobreza, en las redes propuso comerse un pobre. Es cierto, cuando lo dijo aun no era ministro. ¿Entonces será por eso que dijo que lo nombraron? Para no quedarse atrás, un secretario del área de urbanización de las villas propuso un gran proyecto edilicio: “La jungla de cemento”. ¿No le parece un mundo ideal? Sin medicamentos, sin ciencia, sin educación, cuál animalitos saltando en los bosques, en contacto con la naturaleza, comiendo pasto y ya ni los trueques serán necesarios. Eso sí, después no me venga con eso de la rebelión en la granja que aquí no hay Orwell que valga. Mientras tanto, Marcos y Alejandro se entusiasmaban con los animalitos porque, decían, “esos no tienen pensamiento crítico”. “Esperen, esperen –dijo el psicoanalista- no se olviden que los animales son una representación del padre temido”. Entonces, Mauri tomó el micrófono y concluyó: “Voy a ser Franco”.