La estadounidense Serena Williams se convirtió ayer en la tenista con más títulos de Grand Slam de la Era Open al batir en la final del Abierto de Australia a su hermana Venus por 6-4 y 6-4 y alzar su grande número 23. Serena, de 35 años, se colocó así con un Grand Slam más que la alemana Steffi Graf y se quedó a un suspiro de los 24 de la australiana Margaret Court, el récord absoluto.
Siete veces campeona en Australia, Serena ganó además otros siete títulos en Wimbledon, seis US Open y tres Roland Garros. La primera de esas coronas llegó en 1999, hace casi 18 años.
La victoria sobre su hermana le garantizó además recuperar el primer puesto del ranking mundial, privilegio que perdió en septiembre de 2016. La alemana Angelique Kerber, que no pudo defender con éxito el título en Melbourne, caerá al segundo puesto del escalafón.
Serena y Venus, la mayor de las hermanas con 36 años, disputaron en Melbourne su novena final de Grand Slam y el título volvió a caer del lado de la menor. Con la de ayer, Serena suma ya siete victorias ante Venus en las finales de los cuatro torneos más importantes del mundo.
El balance total de enfrentamientos también lo domina, por 17-11. “Es algo increíble. Es una locura, para ser sincera”, dijo Williams tras superar la marca de Graf y quedar a sólo uno de Court, que ganó 13 de sus 24 Grand Slams antes del inicio de la Era Abierta en 1969.
La campeona dedicó además unas emotivas palabras a su hermana, que tras superar sus problemas físicos jugó ayer su primera final de Grand Slam desde Wimbledon 2009. “Felicitaciones a Venus, es una persona increíble. Sin ella no hubiera llegado a tener de ninguna manera estos 23 títulos”, señaló Serena. “Cada vez que ella ganaba esta semana, yo sentía que debía hacer lo mismo. Espero que Venus pueda estar aquí alzando el trofeo el año próximo”. “Ella es mi inspiración, la única razón por la que estoy aquí y la única razón por la que las hermanas Williams existen”, añadió.
El duelo fue al más puro estilo Williams. Puntos cortos, golpes de pura potencia y poca táctica. Fue un partido fugaz, que se terminó después de una hora y 22 minutos. Venus, campeona de siete Grand Slam, fue la primera en conservar su saque después de un inicio de partido en el que hubo cuatro quiebres de forma consecutiva.
Sin embargo, Serena volvió a romper en el séptimo juego y desde entonces no concedería a su hermana ni una sola opción de break. Tras adjudicarse el primer parcial en 41 minutos, rompió a Venus de nuevo en el séptimo game del segundo set y voló hacia el triunfo.
Aprovechó el primer match point que tuvo para abrochar el triunfo y celebrar en la Rod Laver Arena el título número 72 de su dilatada carrera. Nada más acabar el partido, Venus cruzó la red y se dio un caluroso abrazo con su hermana. “Felicitaciones por los 23 títulos. Estoy enormemente orgullosa de ti”, dijo la hermana mayor tras el encuentro. “Tus victorias siempre son mis victorias”.