La séptima etapa del Rally Dakar –387 kilómetros que partían y terminaban en la localidad costera de San Juan de Marcona, en Perú– fue una de las más complicadas de esta edición, con casi cien kilómetros sobre dunas y otros doscientos sobre terrenos muy pedregosos.

  • Qatarí cerca del podio. En autos, la prueba más extrema quedó prácticamente definida a favor de Nasser Al-Attiyah, que mantiene el liderazgo con su Toyota desde la tercera etapa. El francés Sébastien Loeb, que comenzaba el día como el principal perseguidor del árabe, le dejó casi servida en bandeja la carrera al quedarse su Peugeot detenido en un par de ocasiones por fallas eléctricas que le hicieron perder media hora.

El ganador de la etapa fue el también francés Stéphane Peterhansel (Mini), seguido de los españoles Joan Roma (Mini) y Carlos Sainz (Mini), que fueron segundo y tercero, respectivamente. Peterhansel sumó su segundo triunfo en este Dakar y el número 76 en toda su trayectoria en el rally, lo que le sirvió para recuperar la segunda posición de la general. Sin embargo, el francés considera que la distancia (0h 29’16’’) con el qatarí es demasiado grande para recuperarla en tres días, a no ser que el árabe cometa algún error. “Nunca se sabe, pero es difícil”, reconoció Peterhansel, el piloto más laureado del Dakar, con trece títulos (seis en moto y siete en coche).

  • Más emoción en las motos. Otro que sacó ventaja en este terreno fue el estadounidense Ricky Brabec (Honda), quien retomó el liderazgo de la categoría, en detrimento del chileno Pablo Quintanilla (Husqvarna), que comenzó el día como puntero y lo terminó en el quinto lugar de la general, ya que lo perjudicó salir antes que nadie y tener que abrir ruta. El resultado fue que tanto Brabec como el francés Adrien Van Beveren (Yamaha),  el australiano Toby Price (KTM) y el británico Sam Sunderland (KTM) se le adelantaron en la clasificación, quedando los cinco separados por menos de diez minutos.

“Era cuestión de tiempo que me alcanzaran. La idea era que Ricky no hiciera más distancia que la que yo pueda recuperar. Este martes se revierte la situación. Parto desde atrás y tengo la posibilidad de recuperar tiempo”, anticipó Quintanilla, que espera contraatacar. El chileno afirmó que su ambición por ganar su primer Dakar está intacta y confió en marcar la diferencia en las tres últimas etapas. La misma estrategia tomará el argentino Kevin Benavídes (Honda), que ayer rodó a la par con Quintanilla y también se vio perjudicado, por lo que confía en revertir su situación en la octava etapa, y ascender posiciones tras quedar sexto en la general.

  • Legión argentina. El dominio de los argentinos en quads se reiteró en el séptimo tramo de la carrera. La etapa se la llevó Nicolás Cavigliasso, que esta vez fue escoltado por el francés Alexandre Giroud, finalizando tercero Manuel Andújar y cuarto, Gustavo Gallego. Cavigliasso, que tomó el liderazgo de la prueba desde su comienzo, aventaja a Jeremías González Ferioli en la general por 1h15’36”, mientras que Gallego está en el tercer escalón del podio, a una distancia de 1h38’39”, siendo Giroud el cuarto. 
  • El Coyote no se rinde. En camiones, la etapa fue para el Iveco de Gerard de Rooy, aunque la punta en la general sigue en poder del Kamaz del ruso Eduardo Nikolaev. La categoría tiene en el cuarto lugar de la clasificación acumulada a Federico Villagra. El Coyote cordobés ocupó esa posición también en la etapa de ayer y hoy seguirá luchando en la etapa 8, que unirá San Juan de Marcona con Pisco, con un recorrido total de 575 kilómetros, con 360 cronometrados.