Una de las historias más conmovedoras de 2018 fue la de los 12 chicos tailandeses y su entrenador atrapados en una cueva durante 17 días. Los chicos integraban un equipo de fútbol, Jabalíes Salvajes, y su rescate capturó la atención del mundo. Hasta ahora se había dado por hecho que los sobrevivientes habían buceado para salir de la caverna. Un libro sobre el caso da otra versión acerca del rescate del 8 de julio pasado.
El británico Liam Cochrane cuenta en The Cave (La caverna), que los chicos recibieron una sedación antes de ser llevados bajo el agua. Se les suministró Xanax, para que no sintieran miedo; ketamina, para que durmieran; y atropina, para reducir la salivación y así evitar que se ahogaran con su propia saliva. La versión oficial era que los chicos saldrían guiados por una soga, junto con buzos especializados.
En verdad, todos salieron sedados de la cueva de Tham Luang, y con una inyección adicional para que el efecto de las drogas durara al menos tres horas, el tiempo que insumiría la operación de rescate hasta la superficie. Además fueron amarrados a las camillas que los transportaban para que, en caso de que se despertaran, no trataran de quitarse las mascarillas. Fue la única manera de reducir los riesgos, luego de la muerte de un buzo durante los primeros intentos de rescate.
El operativo se realizó de forma lenta para evitar que los chicos se golpearan con rocas en el trayecto de salida. El recorrido se hizo por postas, para constatar que cada uno de ellos respirara con normalidad. Solo uno de los adolescentes reaccionó mal a las drogas suministradas y su rescate se demoró media hora.
El primer día del operativo final salieron cuatro jugadores. Otros cuatro al día siguiente y el resto un día más tarde, incluido el entrenador. A pesar de que salieron sanos y salvos, no pudieron asistir al Mundial de Rusia, encuentro al que había sido invitados, porque bajo observación médica. El rescate fue celebrado a nivel mundial de la misma manera en que había sido celebrado el de los 33 mineros chilenos atrapados en 2010.