En una traducción literal, el primer verso de la novísima canción perteneciente a le cantante de género fluido Dorian Electra, “Man to man” (“Hombre a hombre”), dice: “Sabes que no soy hetero, pero te lo voy a decir directamente”, y al pasar al español se pierde la ambigüedad con la que juega el straight del inglés original, que sirve tanto para referirse a hetero como a directamente.
Sin embargo, este es el único juego que parece perderse si tenemos en cuenta el resto de la letra, pero sobre todo el video dirigido junto al músico y cineasta queer Weston Allen y en el que esta veinteañera norteamericana parece ser una vez más una reencarnación musical de la fotógrafa Cindy Sherman. “De una manera muy personal, quería expresar una parte de mi propia identidad. Quería mostrarme como un hombre, peleando con otros hombres y besando a otro hombre.”, dice la Electra en conversación con la revista neoyorkina Paper.
“Hombre a hombre, mano a mano. Uno a uno, amigo a amigo. ¿Eres lo suficientemente hombre para ablandar? ¿Eres lo suficientemente fuerte como para abrirte? De hombre a hombre. Me tienes que dejar entrar”, canta Dorian en el estribillo. Y en el videoclip hace una coreografía mirando a cámara que por cierto movimiento de brazos algo tosco, sumado a la campera de cuero rojo, nos recuerda al video “Thriller” de Michael Jackson en una versión de género (aún más) fluido muy siglo 21.
El mismo video luego nos lleva hacia un universo más medieval y llega hasta el mundo de los toreros. Cuando en la misma entrevista que citamos más arriba le preguntan por la masculinidad tóxica de la que parece reírse el vídeo, muy relajadamente dice: “Quería divertirme jugando con los matices homoeróticos a menudo presentes en la violencia y en el glamour de la agresión. En muchos sentidos, la única forma de contacto físico que nuestra cultura fomenta entre los hombres es la violencia física, la intimidad física suele ser considerada suave o puramente homosexual.”
Más temprano durante este año, Electra sorprendió con un video igual de descarado que apunta una vez más contra la masculinidad cis y sus traumas.
Con un impresionante y gracioso look que recuerda a la Sharon Stone de Bajos Instintos, le cantante se ríe del prototípico yuppie norteamericano en el logrado “Career Boy”, dicho en el estribillo al unísono con una puñalada de sintetizador que electriza. El título que juega con la idea del chico de carrera, del arribista, del meritocrático, es ilustrado en el video a través de prácticas BDSM integradas a la oficina: baños y transfusiones de café están a la orden del día. Sólo queda dar play.
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