La enajenación de los individuos de su entorno más próximo producto de las nuevas tecnologías forma parte de la sociedad contemporánea. El uso de celulares está presente en cualquier escena de la vida cotidiana y los espectáculos no escapan a esa realidad. ¿Cuántas veces se encuentra uno tratando de mirar al escenario esquivando teléfonos móviles con la vista? Esta forma de experiencia mediatizada, que pone en riesgo el hecho de perderse partes del evento por tener el foco puesto en la pantalla, plantea una controversia: celulares en conciertos, ¿sí o no?
En un estudio reciente realizado por la plataforma de venta de entradas e inscripciones a eventos Eventbrite se confirmó que la mayoría de los adultos argentinos encuestados están cansados del uso que el resto de los participantes hacen de sus teléfonos celulares durante estos acontecimientos y la mayoría apoyaría medidas para reducirlo. Entre las formas de restringir el uso de móviles más elegidas estuvieron: hacer un llamado de atención con el fin de que las personas hagan un uso más discreto del celular (41%), controlar in situ situaciones en las que se esté abusando de las grabaciones (17%) o crear “zonas restringida” (13%).
El informe muestra que son muchos los que se sienten irritados cuando otros están tomando fotos o videos constantemente durante un show en vivo. Pero pareciera haber una contradicción entre la forma en que se espera que otros hagan uso de sus celulares y el comportamiento particular de cada uno. El 65% dijo que usar su teléfono para capturar imágenes durante un evento podría hacerles sentir que se están perdiendo el evento en sí. Sin embargo, más de un tercio estuvo de acuerdo en que tomar fotos o videos es parte importante de la experiencia en vivo. El porcentaje crece en las personas de entre 18 y 24 años, y entre 35 y 44 años. Entonces, parece imposible eludir la ansiedad de “capturar el momento”, aunque eso implique perder de vista la experiencia de disfrutarlo en vivo.
Los artistas no se quedaron por fuera del debate. Adele, Alicia Keys y Prince fueron algunos de los que se quejaron del abuso de esta clase de dispositivos durante sus presentaciones en vivo. En su momento, ellos mismos pidieron a sus seguidores que vivieran el momento y se abstengan de usar sus teléfonos. En algunos casos, los músicos contrataron servicios como la inclusión de inhibidores de señal para que su performance no se vea afectada. Otros, como los comediantes estadounidenses Chris Rock y Kevin Hart, prohibieron directamente el uso por parte de los asistentes durante el show. Y Jack White hizo toda una gira en la que los teléfonos debían ser guardados en unas bolsas especiales que impedían su uso durante el show.
En la escena local, Andrés Calamaro es uno de los artistas que se encuentra fehacientemente en contra de la “epidemia” del uso de celulares en shows en vivo. El artista compartió en redes su opinión al respecto: “Confirmamos entonces que la epidemia de teléfonos móviles en los conciertos no hace sino deteriorar la buena comunicación entre artistas y público. En otras palabras, transitar un recital con el teléfono en alto es tirar el dinero, desperdiciar un espacio irrepetible ya que no hay dos conciertos iguales.”
Si bien esto preocupa a quienes están a cargo de la producción u organización de los espectáculos, la mayoría no dispone de medidas para administrar el uso del teléfono durante el show. Entonces, queda abierta la discusión: ¿por qué pagar para vivir la experiencia a través de las pantallas y perder ese momento único e irrepetible en el que convergen los artistas y el público?