Referentes de organismos de derechos humanos celebraron que el Gobierno diera marcha atrás con su intención de mover el feriado del 24 de marzo. La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, remarcó que la rectificación del decreto “es un ejemplo de la tenacidad de un pueblo”.
“Es una buena noticia aunque nos queda un sabor amargo de estos días de incertidumbre. Ese decreto no tenía urgencia para nada. El Presidente quiso hacer algo sin la aprobación del Congreso”, dijo a Página 12 Carlotto. Desde la Asociación de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones políticas, Lita Boitano aseguró. “La medida inicial nos motivó a pelear y era una lucha que no nos iban a ganar” pero agregó que “la rectificación era algo que no esperábamos”.
“Hay algo que debe entenderse: nosotros nunca pedimos permiso para hacer la marcha, sea con feriado o no. Y la de este año nos iba a encontrar, como siempre, en la plaza. La diferencia es que en los doce años del gobierno de Kirchner ellos nos escuchaban, en cambio ahora parece que hay que remarcarles todo el tiempo que nuestro país vivió un terrorismo de Estado”, manifestó Boitano.
Uno de los fundamentos que había enunciado el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, para que el 24 de marzo sea un feriado “movible” era en que de ese modo los alumnos podían recordar en la escuela. Giselle Tepper, integrante de Hijos, expresó que “esa justificación es una excusa planteada por el mismo gobierno que se junta con represores y tiene como funcionarios a un tipo como (Darío) Lopérfido. Tal como lo expresan los sindicatos docentes, en todos los años que estuvo Avruj al frente de la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Ciudad, nunca estableció una política de memoria colectiva en las escuelas”.
“Es una buena noticia porque conseguimos nuestro objetivo, que el Presidente recapacite, pero nos queda un sabor amargo por todos estos días. Tuvimos que seguir luchando con el poder político, parece que no piensan cuando hacen las cosas. Nos sentimos agraviados, son fechas que costaron mucha sangre por lo que hicieron los militares durante la dictadura, tanto el 24 de marzo como el 2 de abril”, aseguró la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.