En poco más de 48 horas, dos femicidios sacudieron a la provincia de Santa Fe, conmovieron al país y sacaron a la calle el grito "¡Basta de matarnos!". Cuando el año recién empieza, la cifra de mujeres asesinadas por ser mujeres trepa con una seguidilla sin tregua. Las organizaciones que relevan los casos contabilizan nueve femicidios en el país en apenas 15 días. Mientras el equipo de género de la concejala Norma López incluye a las víctimas de inseguridad y violencia entre bandas, que lleva la cantidad a 13. Agustina Imvinkelried, de 17 años, en Esperanza y Danisa María del Luján Canale, de 39, en Gálvez -las dos localidades del centro de la provincia- perdieron la vida a manos de varones. La galvense fue asesinada de diez mazazos por su pareja, Jorge Trossero, de 50 años, quien será imputado hoy. Ante esta situación, la secretaria de Políticas de Género provincial, Gabriela Sosa, reclamó que el gobierno nacional arme una "estrategia" contra los femicidios y lamentó que Nación esté "ausente". Por su parte, la organización Mumalá reclamó que se declare la emergencia nacional en Violencia de Género y que se asigne un presupuesto acorde.
En tanto, el femicida de Danisa será imputado hoy, luego de que se determinara que está en condiciones de comprender la criminalidad del hecho. Jorge Trossero tiene 50 años y el martes por la tarde terminó con la vida de su esposa golpeándola con una maza en la cabeza. Él mismo llamó a la policía para contar lo que hizo. Una de las primeras medidas que ordenó el fiscal Jorge Nessier fue que el acusado fuera analizado y se determinó que está ubicado en tiempo y espacio. Es decir, que es imputable.
La pareja estaba en la vivienda de calle Liniers al 900 cuando Trossero terminó con la vida de Danisa, propinándole diez mazazos. Al llegar, el personal policial se encontró con una escena de terror: la mujer estaba tendida en el suelo, sobre un charco de sangre. El acusado no emitía palabra; y en el lugar fue secuestrada una maza de albañilería. "No entiendo qué paso, quiero que mi hermana descanse en paz", dijo ayer Ludmila Canale.
El mismo día del hecho, Nessier indicó que "la pareja convivía hacía unos 7 años"; y que en Fiscalía no contaban con informes sobre la existencia de antecedentes de denuncias o intervenciones policiales anteriores; sin embargo, se conocieron versiones de personas que conocían a la pareja, y sobre todo a Danisa, aseguraron que la mujer había sufrido advertencias del hombre. Víctima y victimario compartían una verdulería, y la mujer les hizo comentarios a algunas clientes. Trossero, al parecer, estaba en tratamiento psiquiátrico por una depresión; aunque la hermana de Danisa negó que fuera violento.
Movilizadas. "Basta de matarnos", fue lo que reclamaron anoche organizaciones (convocadas por Mujeres y disidencias autoconvocades) de mujeres y vecinas de Gálvez, en el playón del ferrocarril; el mismo lugar donde el lunes a la noche se movilizaron espontáneamente para exigir justicia por el femicidio de Agustina, en Esperanza. La Mesa Ni Una Menos Santa Fe y otras agrupaciones acompañaron el reclamo.
Con el de Danisa, suman 13 los femicidios en lo que va del año en el país, y es el segundo en Santa Fe. "Esto se está transformando en un genocidio de mujeres. Las alertas no son escuchadas", advirtió Mercedes Pagnutti, que hace seguimiento de los casos en el equipo de la concejala López. También lamentó que los datos se acercan a los del año pasado, cuando enero cerró con 23 casos en Argentina.
La semana comenzó convulsionada cuando la adolescente que era buscada desde el domingo, en Esperanza, fue encontrada sin vida con signos de estrangulamiento y de haber resistido un abuso sexual, a 500 metros del boliche donde fue a bailar con sus amigas. El sindicado femicida de Agustina Imvinkelried, Pablo Trionfini, se quitó la vida cuando la policía lo fue a buscar. La fiscal María Laura Urquiza espera las pericias del celular del sindicado para determinar el móvil del crimen; pero hasta el momento aparece como un intento de abuso al que la chica se resistió.
Apenas terminaron de inhumarse los restos de la chica en la localidad del departamento Las Colonias, de menos de 50 mil habitantes, en la tarde del martes, el nuevo hecho de violencia machista sacudió a la localidad de Gálvez.
Los casos, que hablan de la vigencia del patriarcado, ponen la lupa en la provincia donde en 2015 fue asesinada la adolescente Chiara Páez (de Rufino) y generó la primera manifestación de Ni Una Menos. Pese a ello, la violencia machista va en aumento. "Estamos viviendo en carne propia lo que plantean intelectuales como Rita Segato, donde los machismos ofrecen mucha resistencia a modificarse, a desandar prácticas. Las modalidades son de lo más crueles y violentas. Es simbólico que una de las víctimas sea una adolescente, invadida en el espacio público, cuyo crimen aparece como una forma de adoctrinamiento a las chicas; y la otra fue atacada a martillazos", planteó Sosa a modo de análisis de la situación provincial.
En ese sentido, lamentó: "No hemos recibido ni un llamado del gobierno nacional y no hablo solamente de estos casos. Desde la provincia venimos trabajando en las localidades, como Esperanza y Gálvez, pero quien está ausente hasta desde lo humano es el Estado Nacional. Ni hablar a nivel presupuestario. Nos sentimos acompañadas por el movimiento de mujeres, pero estamos muy preocupadas por la falta de respuestas de la Nación", dijo la funcionaria, que aseguró que el presupuesto provincial creció, pero que "se necesita también un aporte serio de Nación" para abordar la problemática.
Al mismo tiempo, apuntó a la importancia de que los legisladores provinciales avancen en proyectos como la Educación Sexual Integral y la Ley de Paridad.
Frente a la seguidilla, desde Mumalá también levantaron la voz y exigieron que se declare la Emergencia Nacional en Violencia de Género de marzo de 2019 a marzo de 2020. "El Estado nacional se evidencia despreocupado por la tremenda situación que nos atraviesa", aseguraron.
En ese sentido, plantearon: "El Plan Nacional de Acción para la prevención, asistencia y erradicación de la violencia hacia las mujeres, presentado en 2017, no fue implementado por el Gobierno Nacional. El Instituto Nacional de las Mujeres, responsable de monitorear y ponerlo en marcha, sufre recortes presupuestarios de manera permanente. Son sólo 11,36 pesos los destinados a cada mujer en el presupuesto 2019".
Entre otros puntos, trazaron la necesidad de que haya "aumento presupuestario para el abordaje de las violencias; que un 10% del Presupuesto de cada Ministerio se destine a políticas hacia la igualdad de oportunidades y derechos entre varones, mujeres e identidades disidentes; monitoreo del plan de desarme de integrantes de fuerzas de seguridad con antecedentes en violencia de género; aplicación de dispositivos electrónicos para agresores sexuales y que incumplen medidas judiciales; asignación para víctimas; incorporar la perspectiva de género en el registro estadístico nacional de seguridad, desarrollo social, trabajo, producción, hábitat y población.