Diego Schwarztman se instaló en la madrugada de ayer en la tercera ronda del Abierto de Australia, primer Grand Slam de la temporada, luego de vencer con esfuerzo 6-4, 7-5, 3-6, 6-7 (6), 6-4 al estadounidense Denis Kudla, en un extenso y cambiante partido de tres horas y 50 minutos. El porteño que llegó al torneo como decimoctavo preclasificado tenía la victoria encaminada al final de los dos primeros sets, pero el tenista de origen ucraniano, número 62 del mundo, reaccionó con un juego agresivo y golpes certeros que lo pusieron muy cerca del triunfo en la cancha 13 del Melbourne Park.
En el segundo game del quinto set, inclusive, pudo quebrar el servicio de su rival y lo confirmó en el juego siguiente, por lo que quedó 3-0 en un momento que lleno de frustración para el argentino. Schwartzman había tenido la posibilidad de sacar para partido en el cuarto set (5-3), y luego remontó un 2-5 en el tie break de ese mismo parcial, que finalmente fue para el nacionalizado estadounidense producto de un pasaje de mayor precisión en el impacto de la pelota.
Kudla estaba mentalmente mucho mejor para el tramo final del encuentro, pero el argentino tuvo temple y personalidad para ganar los últimos cinco games del partido, y así festejar con desahogo. “Fue un partido raro, de a ratos jugué muy bien, en otros ratos no tanto. La cancha es muy rápida y me costó la fórmula de jugar de él, no estoy acostumbrado a jugar con tanto slice y la cancha me obligaba a eso”, explicó luego de la victoria a la cadena ESPN.
Schwartzman, primer clasificado argentino del torneo debido a la ausencia de Juan Martín Del Potro, jugará la siguiente instancia ante el checo Tomas Berdych (57º), verdugo del holandés Robin Haase (49º) en tres sets: 6-1, 6-3, 6-3.
El otro argentino que sigue en el certamen, Leonardo Mayer, se presentaba esta madrugada por la segunda vuelta ante el talentoso italiano Fabio Fognini, duodécimo favorito.