Como dos viejos amigos (que no son), Mauricio Macri y Jair Bolsonaro se mostraron sonrientes en su primer encuentro luego de la asunción del mandatario brasileño. Juntos llamaron a “fortalecer la cooperación bilateral” entre Argentina y Brasil, acordaron revisar el arancel externo común del Mercosur y condenaron al gobierno de Nicolás Maduro. “Hoy empezamos a escribir un nuevo capítulo en las relaciones entre Brasil y Argentina, una historia de amistad y cooperación renovada para beneficio de nuestros pueblos”, sostuvo Bolsonaro.
La relación entre Macri y Bolsonaro comenzó con una fuerte desconfianza, entre otras cosas, porque los ministros brasileños aseguraron que ni la Argentina ni el Mercosur serían prioridad para el nuevo gobierno. En los días previos al encuentro, las expectativas de los funcionarios que se ocupan de las relaciones internacionales eran moderadas, como indicaron ante este diario: “Es el primer encuentro. Lo que se tiene que conversar es las visiones de la región y los desafíos comerciales. Pensar un Mercosur para el siglo XXI”.
Estos dos puntos, Venezuela y Mercosur, fueron el centro del encuentro entre los presidentes y sus gabinetes. “Gracias por recibirnos una vez más en Brasilia y darnos la oportunidad de ratificar esta amistad histórica y la relación estratégica que unen a la Argentina y Brasil”, le dedicó Macri a Bolsonaro en la declaración conjunta que hicieron en el Palacio de Planalto.
Macri sostuvo que “esta asociación estratégica toma impulso en los valores que compartimos, que los reiteramos hoy, como la democracia y la integración. Necesitamos que a los dos nos vaya bien”. “Ambos reconocemos, además, la importancia de impulsar una agenda que incluya la transparencia y la lucha contra la corrupción”, sostuvo.
Macri entró, entonces, en uno de los temas más álgidos del encuentro: los cambios que se proponen para el bloque regional. Aseguró que se avanzó en el diálogo sobre la “necesidad de modernizar el Mercosur y de avanzar hacia un espacio de integración que se adapte a los desafíos del siglo XXI y que aproveche las oportunidades que el mundo ofrece”.
Ambos mandatarios firmaron una declaración conjunta en la cual plantearon que trabajarán para revisar el arancel externo común del Mercosur, mejorar el acceso a mercados y avanzar en la facilitación del comercio y la convergencia regulatoria. También firmaron un nuevo tratado de extradición bilateral. En la misma declaración acordaron que Bolsonaro visitará la Argentina, aunque no hay fecha aún (se supone que será en abril).
Bolsonaro, por su lado, destacó “la colaboración y amistad que mantenemos con el pueblo y con el Estado de Argentina” y señaló que “es una relación que queremos y vamos a trabajar para fortalecerla”. “Acompañamos con interés y admiración los esfuerzos del presidente Macri para levantar la economía argentina y hacerla más integrada al mundo”, indicó. El presidente de Brasil –conocido por su homofobia, xenofobia y su reivindicación de la dictadura vernácula– se ocupó de elogiar la política de seguridad de Macri.
El otro gran tema del encuentro fue Venezuela, donde hubo las coincidencias esperables. “Compartimos la preocupación por los venezolanos, condenamos la dictadura de Nicolás Maduro, la comunidad internacional ya se dio cuenta, es un dictador que busca perpetuarse en el poder con elecciones ficticias, encarcelando a opositores y llevando a los venezolanos a la situación agónica”, aseguró el presidente Macri. “Nuestra cooperación en la cuestión de Venezuela es el ejemplo más claro del momento. Estamos comprobando nuestra convergencia de posiciones y nuestra identidad de valores. Esa identidad que llevamos juntamente en la defensa de la democracia y libertad en nuestra región”, dijo Bolsonaro.
“No hay tabúes en la relación bilateral. Lo que nos mueve es la búsqueda de los resultados concretos que sean buenos para el desarrollo de nuestros países y para el bienestar de los brasileños y de los argentinos”, dijo Bolsonaro, quien mantuvo un encuentro privado con Macri, luego otra reunión con sus ministros y, finalmente, compartieron un almuerzo de honor. En ese momento, aprovecharon para distender y hablaron de fútbol. “A usted o a mí, nuestros pueblos nos eligieron porque querían un cambio de verdad”, sostuvo Macri en el brindis. “Hubo un fantástico clima de alegría, de ilusión, de entusiasmo”, dijo luego el Presidente.
Cuando se sacaron la foto conjunta, Bolsonaro recurrió a un gesto de su campaña: puso su mano como un arma y le apuntó a Macri, que le festejó el chiste. El mandatario argentino prefirió poner dos pulgares para arriba. Como dijo al final de su discurso, para Macri la relación va “pra frenchi”.