“Los aviones no despegan”, aseguró el titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Pablo Biró, luego de que el Gobierno recurriera a una conciliación obligatoria por el paro de 48 horas que comienza a las 6 de la mañana y que decretaron junto a la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA). La medida de fuerza, que se extenderá hasta las 6 de la mañana del sábado, se decidió una vez que fracasara la conciliación dictada el 12 de diciembre pasado luego de que la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), por orden del ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, emitió una resolución para habilitar la contratación de pilotos extranjeros. “Esta es la primera de varias medidas que se van a profundizar. Vamos a un conflicto de altísima intensidad”, indicó Biró a PáginaI12 quien además advirtió que la maniobra del Gobierno “es ilegal”.
El dirigente gremial no tiene duda sobre las intenciones que tiene el Gobierno con esta decisión: “Sus funcionarios se volvieron locos porque achican las empresas con el objetivo de hacer negocios. Acá no estamos frente a funcionarios responsables sino a extorsionadores que violentan la seguridad aérea, la de los pasajeros y también los derechos laborales”, aseguró.
Biró destacó que con estas decisiones el Gobierno ha mostrado la peor cara de la revolución de los aviones. “Los despidos que se están produciendo llevan a que los pilotos busquen trabajo en el extranjero dejando en el desamparo a sus familias. Sabemos que estamos en un escenario desfavorable pero no nos iremos del país sin antes defendernos”, advirtió el dirigente sindical que además es uno de los referentes de Frente Sindical para un Modelo Nacional donde participan gremios como el Smata y Camioneros, entre otros tanto.
En diciembre del año pasado y con la firma del titular de la ANAC, Tomás Insausti, se publicó la resolución 895 que habilitaba un trámite express para que los pilotos extranjeros obtuvieran la autorización de volar en la Argentina. Actualmente la norma establece que los pilotos extranjeros solo pueden operar como instructores y están habilitados a volar por un período de dos años, que es el período fijado cuando una compañía compra aviones y los pilotos locales no tienen la autorización para operarlos. El cambio de la normativa provocó una reacción inmediata de APLA y UALA, que contó con el respaldo del resto de los gremios aeronáuticos, a lanzar un paro de 48 horas para los días previos a las fiestas de fin de año. En ese momento, el ministro Dietrich le ordenó a Insausti que pida la conciliación obligatoria y la Secretaría de Trabajo la dictó. A partir de ese momento se suspendió el paro pero también la ejecución de la resolución.
Se realizaron varias reuniones entre los sindicatos y las autoridades de la ANAC. Incluso en una de ellas, la del 8 de enero, hubo un momento de tensión donde Insausti confesó que la decisión de contratar pilotos extranjeros tiene como objetivo “romper con las huelgas que hacen los gremios”. Los dirigentes sindicales reconocen que ese día confirmaron que el conflicto no iba a tener solución. Así llegaron al martes pasado a la última reunión del proceso de conciliación. En esa oportunidad Insausti no participó y solo fueron abogados que no tenía capacidad para tomar decisiones. Era la última reunión antes de que finalizar el plazo que estipula la normativa laboral para una conciliación obligatoria y la falta de acuerdo demostraba que había fracasado la negociación. “La ANAC insistió con abrir libremente nuestros cielos a pilotos extranjeros para poder reemplazarnos si ejercemos nuestro derecho constitucional de huelga y eso no lo podemos permitir porque está en juego el trabajo de cada uno y el porvenir de nuestras familias”, indicó Biró a este diario.
A partir de ese momento los gremios determinaron volver a las medidas de fuerza porque, como reconoció Biró, “estamos con empresas de aviación que despiden pilotos, como Andes y Avian, lo que provoca que se vayan a buscar trabajo a otros países mientras el Gobierno decide contratar extranjeros. Esta es la demostración de que la revolución de los aviones ha fracasado”.
Anoche, en la Secretaría de Trabajo que conduce Lucas Aparicio buscaban una nueva razón para dictar la conciliación porque son conscientes de que no pueden hacerlo por un mismo motivo. Los gremios están decididos a no acatar cualquier conciliación.
Si bien la medida de fuerza fue lanzada por los dos gremios de pilotos, lo cierto es que el resto de los sindicatos aeronáuticos acompañan la huelga porque hay decisiones similares del Gobierno sobre la tarea que realizan estos trabajadores como los despachantes y los de rampa que enfrentan “una desregulación en favor de empresas extranjeras”.
Más allá de este conflicto, en los próximos días vence otra conciliación que el Ministerio de Transporte tiene con el sindicato de los Aeronavegantes que conduce Juan Pablo Brey. El gremio de los tripulantes de cabina había decretado un paro para el 27 de diciembre pasado por las paritarias irresueltas, los despidos, la precarización laboral, la persecución sindical y la creación del sindicato que impulsó Dietrich en Flybondi. Ese proceso de resolución del conflicto vence la próxima semana por lo que los problemas para Dietrich están lejos de estar resueltos.
Enterado de la decisión de los gremios, el ministro Dietrich rechazó la decisión y, haciendo una extraña lectura de la resolución de la ANAC, señaló que tiene como objetivo beneficiar a los pilotos argentinos que vuelan en el extranjero y ahora pueden volver al país.