PáginaI12 En Colombia
Desde Bogotá
Un poco después de las 11 de la mañana, la cuenta de Twitter de la Delegación de Paz del ELN fue suspendida. Están acusados de ser los responsables del atentado al corazón de la Policía de Colombia en Bogotá que dejó 20 policías muertos, más de 60 heridos, un sospechoso capturado y varias hipótesis. La del gobierno es que se trató de una demostración de fuerza de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Otros creen que podría ser un autoatentado como los provocados por el ejército colombiano durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
Para el Ministro de Defensa del gobierno de Iván Duque, ungido de Uribe, este acto terrorista es uno de los más graves que ha sacudido a la capital. La intensidad del conflicto armado se ha visto disminuida en los últimos años por cuenta del fin de la guerra con las Farc. Un proceso de Paz con esa ex guerrilla logró la deposición de más de once mil armas en 2017, y el regreso a la vida civil de 7 mil combatientes. Algo así se esperaba del desenlace de la Mesa de Conversaciones del gobierno con los rebeldes del ELN. El gobierno puso fin a estos diálogos ayer, horas después de que la Fiscalía General de la Nación imputara cargos de terrorismo a los integrantes del COCE (Comando Central del ELN). Según las autoridades judiciales José Aldemar Rojas, quien habría ingresado a la escuela policial la camioneta Nissan Patrol cargada de explosivos y resultó inmolado, habría estado en la guardia de alias Gabino, el número uno del ELN. Era conocido con el alias de “Mocho” o “Kiko”.
Además un hombre fue capturado en un barrio popular bogotano. Ricardo Andrés Carvajal fue acusado de haber participado “en grado de autor en el acto terrorista”, explicó el cuestionado Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, a quien miles de personas le exigieron la renuncia del cargo en multitudinarias marchas en las ciudades capitales. Según el fiscal sus enemigos le interceptaron algunas conversaciones telefónicas comprometedoras.
Sobre “El Mocho” el gobierno asegura que desde hace 25 años se desempeñaba como miliciano de este grupo insurgente, y habría sido cabecilla de diversos frentes, entre ellos el Frente Domingo Laín. En los últimos años se volvió cabecilla y entrenador explosivista, detalló el Ministro de Defensa, que ofreció una versión muy detallada a los medios la tarde de ayer. A continuación, el Alto Comisionado para la Paz dio a entender que los Diálogos llegaron a su fin.
“El ELN no ha hecho una sola manifestación de su voluntad de paz, y a las luces de estos eventos, el Gobierno sabe y entiende que no tiene voluntad de paz. Por eso el señor Presidente, luego de conversar otros detalles, hará un anuncio sobre la decisión de sobre los diálogos con ese grupo”, puntualizó Miguel Ceballos. Al cierre de esta edición el presidente Duque no se había manifestado públicamente. Sin embargo Ceballos dijo que no habría más diálogo. El Alto Comisionado increpó a los elenos a no usar el terrorismo y devolver a la libertad a los secuestrados.
Esta guerrilla, hoy la más poderosa del país, que podría contar con unos cuatro mil combatientes, había decretado varios ceses unilaterales al fuego. Desde que se sentó en la Mesa de Conversaciones en Quito, Ecuador, en 2017, todos los fines de año la organización alzada en armas se declaraba en tregua. Sin embargo, continuaron secuestrando militares y civiles, y según denuncias del gobierno y las comunidades también reclutando adolescentes para sus filas.
Entre tanto, la derecha utilizó el dolor del atentado para tergiversar la situación y, por extraño que parezca, justificar la violencia contra la policía en la búsqueda de la paz. Las víctimas y la sociedad civil progresista colombiana insistieron en que hay que seguir adelante con la paz. Los representantes del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición expresaron su rechazo frente al atentado contra la Escuela General Santander e hicieron un llamado por la defensa de la construcción de paz.