Tras dos semanas de especulaciones y bocas de urna, ayer se conocieron los números oficiales de la primera quincena de la temporada teatral y el resultado fue el que se temía: el año no empezó nada bien para el circuito comercial. Con algunas diferencias mínimas entre las tres plazas centrales –Capital Federal, Mar del Plata y Villa Carlos Paz–, la caída en cantidad de espectadores y en recaudación fue generalizada, con números en rojo y tendencias difíciles de revertir para lo que resta del verano. “Van a ser unos meses difíciles. En el teatro estamos viendo que pasa lo mismo que con el resto de los índices económicos”, detalló a PáginaI12 Sebastián Blutrach, presidente de la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales (Aadet).
Según las cifras oficiales, la situación menos grave se dio en la Ciudad de Buenos Aires, con una caída del 17 por ciento en la cantidad de espectadores. La comparación se hizo sobre el mismo período interanual, teniendo en cuenta que el primer trimestre del año pasado había sido “bueno” según los productores. “El número es muy parecido al de 2017, que había sido un verano malo”, explicó Blutrach, quien detalló que la cantidad de butacas vendidas fue de 47 mil en 2015, 46 mil en 2016, 25 mil en 2017, 30 mil en 2018 y 25 mil en estas primeras dos semanas. También bajó la recaudación: “Si tomamos la inflación del 48 por ciento que se acaba de conocer, estamos hablando de una caída del 45 por ciento, un número inmenso”, precisó. La variación del precio promedio de la entrada, en tanto, fue sólo de un 23 por ciento para arriba respecto a 2018.
Pero si esos números son malos, peores resultaron los de esta primera quincena en Mar del Plata y Carlos Paz, donde año a año se estrenan y reponen espectáculos con cierta expectativa, en línea con la temporada turística de vacaciones. En la ciudad costera –donde el año pasado había habido un crecimiento respecto al 2017– la caída real fue del 37 por ciento en cantidad de espectadores y hasta hubiera sido de más si no hubiera sido por el fenómeno que causó, esta última semana, el espectáculo de Les Luthiers, que cortaron cerca de cinco mil tickets. “Seguramente aumente la caída de ahora en mas, ya que ese espectáculo se daba por única vez. Estimamos que va a rondar el 40 por ciento”, arriesgó el productor teatral, director ejecutivo del porteño Teatro Picadero.
En la ciudad serrana, en tanto, la caída fue del 22 por ciento también en cantidad de espectadores, sólo que allí la comparación se hace contra un 2018 malo, peor incluso que el 2017, donde Córdoba anduvo un poco mejor. Tanto aquí como en Mar del Plata bajó el número de funciones (en Capital Federal subió) y el aumento en el precio de la entrada no pudo acompañar a la inflación, de modo que se registró una caída de la recaudación de cerca del 30 por ciento.
Consultado por los motivos de este panorama gris, el empresario teatral Carlos Rottemberg, que tiene más de cuatro décadas en la actividad, aseguró que lo que sucede en el teatro es propio de cualquier crisis: “Al que cobra no le alcanza y al que paga le resulta mucho. En lo nuestro es igual: la entrada es cara para muchos e insuficiente para producir. Entonces queda el escenario vacío”, deslizó, sin grandes expectativas de mejora para lo que queda del verano. “Es probable que cuando termine la temporada la cosa de empiece a equiparar. El año pasado la caída en Buenos Aires se registró a partir de abril, con lo cual creemos que a partir de ese mes se puede llegar a equiparar. Por ahora está muy difícil”, cerró Blutrach.