Desde Bogotá
Sin señal ni datos en el móvil. Así amanecieron la mayoría de gestores de paz, negociadores y asesores de la guerrilla del ELN (Ejército de Liberación Nacional) tras el anuncio del gobierno colombiano de suspender la mesa de negociación que instaló el pasado mandatario, Juan Manuel Santos, y que no tomó fuerza alguna durante la era Iván Duque - Uribe que comenzó hace seis meses. Mientras tanto, el jefe de Estado actual pide e insiste a Cuba que entregue a los 10 guerrilleros que están La Habana esperando la voluntad de paz del gobierno actual. Desde allí, un integrante de la llamada Gestoría de Paz del ELN le responde a PáginaI12 -ante la consulta qué tienen para decir sobre la supuesta autoría suya ante los atentados y el rompimiento de diálogos- que “es cultura nuestra decir y actuar en correspondencia a la verdad” y agregó que pronto saldrá un pronunciamiento. Y que por ahora están con calma:
Por su parte, Duque aseguró que Colombia también se quedó a la espera de muestras de buena voluntad de parte de esta insurgencia, ahora la más grande del país tras la dejación de armas de las Farc y su conversión a partido político. En la isla respondieron que no a la petición de Duque, y en Bogotá los abanderados de la paz como el congresista Iván Cepeda y Alvaro Leyva recordaron en un comunicado que la negociación tiene unos protocolos que impiden que el país sede de los diálogos y los países garantes entreguen a los negociadores. Además, increpan a los rebeldes a que se pronuncien cuanto antes:
“Romper los diálogos de paz siempre implica un nuevo ciclo de violencia. Eso lo conocemos en Colombia hasta la saciedad. Reiteramos que el único camino que ha demostrado superar el conflicto armado es la solución política. Pedimos al Presidente que reconsidere su decisión, y a la delegación de paz del ELN que a la mayor brevedad se pronuncie con relación al atentado criminal perpetrado el pasado 17 de enero”, afirman Leyva y Cepeda, dos de los principales gestores de la paz lograda con las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) hoy Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común con igual sigla.
Ayer el Presidente recordó que desde que asumió como primer mandatario dijo que si ELN quería hablar de paz debía hacerlo, para empezar, liberando a los secuestrados y “poniendo fin a sus actos terroristas”. Y agregó que en la mañana de este sábado “salió un pronunciamiento de la Cancillería cubana, donde dicen que van a activar los protocolos de ruptura que se habían acordado anteriormente con otro gobierno. Yo quiero dejarle claro y hacerle un llamado respetuoso a ese gobierno. Lo que se presentó esta semana no es una diferencia, no es la ruptura de ningún diálogo, porque nosotros no habíamos hecho presencia en esa mesa esperando que liberaran los secuestrados y que cesaran los ataques terroristas”, declaró con enojo Iván Duque.
Para analistas, culpar al ELN del atentado se trata de la coartada perfecta para cerrar la puerta por completo a la salida negociada y volver a la guerra. “Este gobierno no tenía clara una política de paz. Eso se ha visto reflejado en el incumplimiento y en el desbarajuste del acuerdo alcanzado con las Farc. Este es un gobierno que no es pro paz sino cuya dinámica consiste en abrir más la confrontación”, opinó para este diario
Diego Herrera, director del centro de investigación sobre el conflicto IPC. Para Herrera “lo avanzado con el ELN durante el gobierno de Juan Manuel Santos, quedó en duda desde el inicio del actual gobierno que tenía claro no tener voluntad de avanzar en esa negociación”. Herrera y otros sectores defensores de la paz lamentan que se haya echado al traste la posibilidad de resolver el conflicto con el ELN de manera pacífica. “Había un camino avanzado con esa insurgencia y se habían logrado gestos de desescalamiento del conflicto y disminución de hostilidades, incluidas treguas,” señala el investigador del Instituto Popular de Capacitación en Medellín.
“Desde que comenzó el mandato de Duque se dieron muestras de que no se iba a dar desarrollo a esta negociación, entonces no sé si el anuncio de ayer se trate de una ruptura de la negociación, porque desde el actual gobierno no se había retomado el proceso de conversaciones con el ELN. Efectivamente con el atentado de esta semana se dan juicios apresurados y sin que todavía el ELN asuma la autoría, se crea la disculpa perfecta para cerrar definitivamente la posibilidad de retomar el diálogo”, concluye Diego Herrera.
Entre tanto, PáginaI12 pudo conocer que los rebeldes presos por rebelión y otros delitos y que hacen parte del ELN empezaron a ser trasladados de cárceles el día de ayer. Es el caso de quienes se denominan así mismos “Colectivo de presos políticos Camilo Torres” integrado por varios insurgentes recluidos en la resonada cárcel de Bellavista. El Instituto Penitenciario Colombia (INPEC) confirmó a este diario que seis “elenos” que estaban en la llamada zona técnica –un área apartada del resto del complejo carcelario donde se realizaban reuniones con externos encaminadas a apoyar las negociaciones de paz– fueron trasladados por orden de Bogotá a otros centros penitenciarios fuera de Medellín y de mayor seguridad.