El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó ayer un nuevo plan migratorio para poner fin al cierre de la Administración pero sin renunciar a la idea de construir un muro fronterizo con México. Sin embargo minutos antes de la alocución presidencial, la presidenta demócrata en la Cámara baja, Nancy Pelosi, anunció en Twitter que rechazarían la propuesta. Desde la Casa Blanca, Trump ofreció a los demócratas un nuevo plan que consiste en extender por tres años el estatus legal de unos 740.000 “dreamers” a cambio de que aprueben los 5700 millones de dólares que necesita para construir el muro.
“Desafortunadamente nuestro sistema de inmigración está fallado y ahora estamos viviendo las trágicas consecuencias”, dijo Trump dando inicio a su discurso. “Hay crisis humanitaria y de seguridad. Una de cada tres mujeres es agredida sexualmente por criminales y miles de personas al año son afectadas por las drogas”, prosiguió enfatizando que su propuesta apunta a poner fin a lo que describió como una situación caótica. “Cuando fui candidato prometí que iba a arreglar esto y así lo haré. El sistema de inmigración es algo de lo que tenemos que estar orgullosos no algo que nos avergüence. La buena noticia es que todos estos problemas pueden ser arreglados pero solo si tenemos el coraje de hacerlo”, declaró el mandatario estadounidense en su intervención de no más de diez minutos. Hacia el final se dedicó a explicar los puntos de su propuesta migratoria que incluyen principalmente más seguridad fronteriza, 800 millones de dólares destinados a ayuda humanitaria, otros tantos para comprar tecnología que permita la detección de drogas en la frontera y un nuevo equipo de 75 jueces dedicados exclusivamente a resolver los problemas migratorios. Asimismo, ofreció una medida similar para los afectados por la cancelación de otro amparo migratorio, el Estatus de Protección Temporal (TPS), que protege de la deportación a más de 436.000 inmigrantes en EE.UU. “Esta propuesta apunta a resolver de inmediato la crisis humanitaria, inédita en nuestra historia, lleva tranquilidad a los ciudadanos, y abre de inmediato nuestro administración”, dijo.
Trump detalló que su plan contempla tres años de alivio legislativo para 700.000 “dreamers”, lo que, según él, les puede permitir tener acceso a permisos de trabajo, números de la seguridad social y protección ante la deportación. La propuesta incluye además 5700 millones de dólares para el desarrollo estratégico de barreras físicas, o el muro, según precisó. “Esto no es una estructura de hormigón de 2000 millas (unos 3220 kilómetros) de mar a mar. Son barreras de acero en ubicaciones de alta prioridad”, matizó. Finalmente agregó que en la mayor parte de la frontera con México hay barreras naturales como montañas y agua, y subrayó que ya hay muchos kilómetros de valla construida, como las 250 millas (unos 402 kilómetros) que se están erigiendo actualmente, de acuerdo a sus datos.
Minutos antes del anuncio oficial, Pelosi dejó clara la posición demócrata: “Desafortunadamente, su propuesta es una compilación de varias iniciativas rechazadas anteriormente, cada una de las cuales es inaceptable y, en total, no representa un esfuerzo de buena fe para restaurar la certeza en la vida de las personas. Es poco probable que alguna de estas disposiciones, por sí sola, sea aprobada por la Cámara de Representantes y, en conjunto, no se inicie. Por un lado, esta propuesta no incluye la solución permanente para los dreamers que nuestro país necesita y respalda”, señaló la líder demócrata. La de ayer fue la segunda alocución presidencial en los 28 días de “shutdown” o cierre y desde entonces hasta ahora el mandatario parece no haber escuchado las demandas de los demócratas. Y mientras sigue el tire y afloje entre rojos y azules hay más de 800.000 de empleados que no cobraron sus salarios y otras tantas secretarias y ministerios cerrados por el falta de financiamiento. Este “shutdown”, tercero en los tres años de gobierno ya superó al que había sido el más largo de la historia, el que lideró Hill Clinton entre fines de 19995 y principios de 1996.
Según Pelosi, la decisión tomada por Trump el 22 de diciembre socava la seguridad de los norteamericanos. “No estamos pagando a las personas que nos mantienen seguros”, lamentó en referencia a la falta de presupuesto para los agentes de la TSA (Administración de Seguridad del Transporte), agentes del FBI y funcionarios de inmigración que patrullan la frontera. En su mensaje, si bien no dudó de la profesionalidad de los agentes, si insistió en que deberían recibir sus nóminas por proteger a los dirigentes del país.