El lunes próximo el viaje en subte aumentará a 7,50 pesos. Se trata del tercer aumento dispuesto por el macrismo desde que recibió el subte en 2012. El incremento de la tarifa es superior a 700 por ciento en cuatro años. La decisión de incrementar el boleto de subte se tomó junto con los aumentos de colectivos y trenes de este año, pero estuvo frenada por una cautelar. Ayer, en un fallo dividido, la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo anuló la disposición de primera instancia. Pocas horas después, la empresa estatal Sbase anunciaba la suba. En el Gobierno porteño ya admitieron que prevén otro aumento en 2017. Según cálculos de la oposición, el pasaje llegará a 10 pesos.
La disputa judicial por el aumento del subte comenzó con una discrepancia que existe desde hace años entre el Gobierno de la Ciudad y la Auditoría General de la Ciudad sobre cuál es la tarifa técnica del subte (se trata de la tarifa sin subsidios, sobre la que se calculan los aumentos). Para este último aumento, Sbase fijó la tarifa en 13,37 pesos, mientras que la Auditoría objetó ese número por considerarlo “inflado” con costos que no correspondía incluir, como la depreciación de material rodante y los gastos de mantenimiento e infraestructura. Sin esos costos, la tarifa técnica se reduce un 20,8 por ciento y el aumento hubiera sido de 6 pesos, una tarifa más cercana a la de los colectivos.
El Gobierno porteño no tomó en cuenta el informe de la Auditoría y, por eso, el auditor de la Coalición Cívica Facundo del Gaiso presentó un amparo para frenar el aumento. También se presentaron una serie de legisladores –como Patricio del Corro y Marcelo Ramal, del FIT– y el dirigente del MST Alejandro Bodart. El 26 de julio, la jueza Elena Liberatori otorgó una cautelar y frenó el aumento. Entre otros argumentos, la magistrada indicó que se había utilizado un dato desactualizado de la cantidad de pasajeros (la tarifa técnica se obtiene de dividir los costos por la cantidad de viajeros) y que hacía caso omiso a la Auditoría y al Ente Regulador de Servicios Públicos de la Ciudad.
Ayer los camaristas Esteban Centanaro y Gabriela Seijas anularon ese fallo, con el voto en disidencia de Hugo Zuleta. El argumento de Centanaro fue notable: “La complejidad técnica que conlleva la modificación tarifaria, sumado al estrecho marco cognitivo de estos actuados, no permiten afirmar que las tarifas aprobadas por la resoluciones impugnadas sean prima facie ilegítimas, irrazonables o bien ostenten irregularidades tales como las deducidas por los actores”, afirmó el camarista, cercano al PRO. Seijas, por su parte, liquidó el tema en tres líneas: no consideró que el amparo sea la vía adecuada.
Lunes negro
Con el fallo a favor, Sbase y la empresa Metrovías no tardaron en anunciar mediante un comunicado conjunto que el subte subirá el próximo lunes 31 de octubre. Se ocuparon de aclarar que continuarán “todos los descuentos para pasajeros frecuentes” (de 1 a 20 viajes, se pagará 7,50 pesos; entre 21 y 30, 6 pesos; de 31 a 40 viajes, 5,25 pesos; y de 41 viajes en adelante, 4,50 pesos). La tarifa social será de 4 pesos y viajar en el premetro costará 2,50.
Jubilados, pensionados, personas con discapacidad, y estudiantes primarios y secundarios que apliquen al boleto estudiantil viajarán gratis.
En el comunicado, argumentaron que “la tarifa que permanecía intacta desde hacía más de dos años”. “Los ingresos adicionales se destinarán a inversiones en la red y permitirá reducir los subsidios pagados al operador”, aseguraron, pese a que la semana pasada el ministro de Desarrollo Urbano, Franco Moccia, confirmó a los legisladores porteños que no se iniciarán las obras de la línea F, que originalmente debían comenzar este año. En el comunicado, indicaron que se avanzará, en cambio, con “la incorporación de nuevos coches y la modernización de los sistemas de señales, se mejorará la operatividad y la frecuencia del servicio, y se incrementará el número de coches con aire acondicionado”. El comunicado de Sbase no hizo alusión a futuros aumentos, aunque en su paso por la Legislatura el ministro de Desarrollo Urbano fue claro: “Nuestro plan es seguir recuperando en términos reales lo que se perdió en este período. Por eso, va a pagar más el que lo usa y menos todos los vecinos”, dijo.
Un vagón de críticas
“La realidad es que la Justicia, después de tres meses, no resolvió la cuestión de fondo. Seguimos sin saber si la tarifa es la correcta o no”, advirtió el auditor Del Gaiso. “La Cámara plantea que la vía del amparo no es la adecuada, que tiene que hacerse por un juicio ordinario. Pero va a tener que determinarse en una cuestión de fondo si está bien calculada la tarifa técnica, porque si no todos los años vamos a tener el mismo problema. Desde Sbase ponen 250 millones de pasajeros pagantes, cuando ya dijeron que este año hay 270 millones de pasajeros pagantes. Tienen que disminuir la tarifa técnica. No está resuelto”, remarcó. “Cada vez que Sbase presente la tarifa, desde la Auditoría vamos a tener que salir a decir que está mal calculada”, advirtió.
Del Gaiso indicó que está analizando qué pasos seguir.
Por su parte, la presidenta de la Auditoría porteña, Cecilia Segura, indicó que “Larreta piensa en un subte caro que excluye pasajeros. Para realizar un fuerte tarifazo en el subte utilizan información incorrecta con el objetivo de hacer ver como gradual e inevitable un aumento desmedido de la tarifa”.
En tanto, el legislador de Nuevo Encuentro José Cruz Campagnoli advirtió: “Cambiemos ya tiene el aval de la Justicia para aplicar el tarifazo en el subte, que costará 7,50 pesos. Ahora, su próximo paso es llevar el boleto a 10 pesos para el año que viene”. “El plan de ajuste que impulsa esta gestión plantea una Ciudad sólo para quienes puedan pagarla. Con este aumento y el que tienen pensado para 2017, muchos porteños deberán dejar de usar el subte porque no podrán pagarlo”, remarcó.
El diputado del FIT Patricio del Corro anunció que apelará ante el Tribunal Superior porteño “el fallo de la Justicia macrista”. “Los jueces militantes de Cambiemos le han regalado al PRO un nuevo tarifazo en la ciudad sin responder a ninguno de los argumentos presentados en el amparo que presentamos, simplemente porque los números no cierran”, destacó. “Los dos jueces que votaron por el tarifazo ni siquiera se preocuparon por dar sus razones”, apuntó.
Bodart también anunció que va a apelar. Indicó que se trata de una “sentencia dividida e infundada de la Cámara, que no responde ninguno de nuestros argumentos sobre los costos inflados ni el destino incierto de los subsidios millonarios a la concesionaria del servicio”.