Ocho de cada diez médicos, sobre 351 encuestados en efectores de salud pública y privada de Rosario, Granadero Baigorria y Villa Gobernador Gálvez, reconocieron haber sido blanco el año pasado de agresiones físicas y verbales. Es el resultado de un relevamiento realizado desde el Hospital Escuela de Baigorria. Las mujeres reciben más ataques que los varones y casi no hay diferencia en cuanto a instituciones del sistema público o privado.

Las guardias externas de hospitales y sanatorios privados son el escenario común de la mayoría de los episodios violentos.

El informe también indagó acerca de las especialidades que suelen concitar más episodios violentos. En este sentido, resultó que pediatras y obstetras son quienes con mayor frecuencia sufren agresiones del público. Estas especialidades versan sobre la salud de niños y de embarazadas y parturientas, lo que connota qué clase de situaciones suelen desatar la ira de los familiares de pacientes. Con eso reclaman penas mayores para quienes protagonicen estas agresiones hacia el personal médico.

El objetivo es "describir la prevalencia de eventos de agresión laboral contra médicos en la ciudad de Rosario y alrededores ocurridos en el último año" y "determinar las características de los hechos de violencia y analizar la relación entre los mismos y las características de la población médica", según el dossier que publicó ayer Rosario3.

El 80,1% respondió que sufrió al menos una agresión en el último año: 86,8% de forma verbal, y 12,2% en forma física y verbal. Los agresores casi siempre son familiares del paciente (94%), y en el 66% de los casos fue el propio paciente. El personal no médico agredió un 33%, mientras que en el 26% de los casos la injuria vino de parte de un colega.