No suele ser común que en una misma persona confluyan genialidad artística y calidad humana en partes iguales. Quienes conocieron en vida a Luis Alberto Spinetta destacan no solo su talento como músico, sino también su enorme generosidad. Hoy el Flaco cumpliría 69 años y hay varios motivos para celebrar su legado artístico. Su natalicio, de hecho, fue la fecha elegida para conmemorar el Día Nacional del Músico, aprobado por unanimidad por el Senado de la Nación en 2014. Se trata de una figura clave en la música popular argentina que trascendió por lejos las fronteras del rock y su obra sigue iluminando a las nuevas generaciones. Ese mismo espíritu vital y vigente es el que refleja El Marcapiel, el homenaje que protagonizan amigos y músicos que acompañaron al Flaco en diferentes etapas de su vida musical. La tercera edición del evento que ya se convirtió en clásico se realizará hoy a las 19 en Ciudad Cultural Konex (Sarmiento 3131) y un dato concreto anticipa el entusiasmo que sigue despertando su obra: las entradas están agotadas.
“Este evento tiene un antecedente en un espectáculo que se le ocurrió a Rodolfo García y que se realizó en La Ballena Azul del Centro Cultural Kirchner: ‘Spinetta: Tu vuelo al fin’. Fue un concierto increíble con orquesta”, cuenta Javier Malosetti, director artístico de El Marcapiel y compañero musical de Spinetta en varias etapas. “En esta ocasión, hay una banda base y participan artistas que tienen que ver con la historia de Luis en algún capítulo de su hermosa obra. Y buscamos el nombre de una canción que de algún modo lo pinte, que sea representativa. Nos gustó ‘El Marcapiel’ –canción incluida en Téster de violencia (1988)–, porque él nos marcó a todos”. La lista de artistas que interpretarán sus canciones es larga y diversa: David Lebón, Ricardo Mollo, Carlos “Machi” Rufino, Lisandro Aristimuño, Liliana Herrero, Gustavo Spinetta, Guillermo Arrom, Fabiana Cantilo, Claudio Cardone, Daniel Colombres, Baltasar Comotto, Grace Cosceri, Lito Epumer, Dhani Ferrón, Mono Fontana, Rodolfo García, Cristian Judurcha y Daniel Rawsi.
El repertorio incluirá 25 canciones de todas las bandas y proyectos de Spinetta, pero no habrá un orden cronológico. El recorrido abarca desde Almendra hasta su última etapa solista, pasando por Pescado Rabioso, Invisible, Spinetta Jade y los Socios del Desierto. “Recorremos todas las etapas de un modo divertido y desordenado. Armamos una lista que es un flash: saltamos de Almendra al disco Los Amigo (2015) o a canciones de Jade. Son obras de distintas épocas y estilos. Pero la premisa fue priorizar la versión original del disco. El cantante invitado la frasea como le pinta, pero la banda base va a la canción original”, detalla Malosetti y menciona a compañeros de aventuras que formarán parte de la banda estable, como los tecladistas Mono Fontana y Claudio Cardone, y el guitarrista Guillermo Arrom. “Es muy fuerte, es una gran emoción”, dice.
“No me quemen las canciones”, bromea el bajista que grabó en Don Lucero (1989), cuando durante la charla con PáginaI12 algunos intentan spoilear el repertorio. Si bien habrá lugar para la sorpresa, algunas de las que sonarán será “Quedándote o yéndote” y “Cuando el arte ataque”, en la voz de Fabiana Cantilo. “¡Elegí dos canciones divinas!”, se alegra ella. “Amo a Luis, siempre fui fanática de él. Es un placer tocar con estos genios y estoy muy agradecida. Tuve la suerte de estar con Spinetta en la época de La la la (1986), porque él era muy amigo de Fito”, cuenta Cantilo, que aprovecha la oportunidad para recordar al recientemente fallecido Ulises Butrón y dedicarle su actuación. “Todos nos cagamos de risa en este concierto y en los ensayos previos nos llevamos bien y nos respetamos. Son los pioneros del rock. Y yo soy una mini pionera”, se ríe.
Otra de las perlas de la noche será la interpretación de “Bagualerita”, en la voz de Liliana Herrero, una canción compuesta por Spinetta que la cantora entrerriana grabó en Este tiempo (2011) y que hasta el momento permanecía inédita. Luego, la canción también apareció en el disco póstumo Los Amigo (2015). “‘Bagualerita’ es un tema que Luis me había enviado por mail, con un hermoso mensaje, donde me recalcaba que percibiera que la letra era capicúa, algo que me hizo mucha gracia. Y efectivamente lo es: repite la última línea con respecto a la primera”, dice Herrero, con simpleza y ternura. “Yo estoy aquí porque todos estos músicos son enormes y porque estamos sosteniendo una memoria musical y poética de un grande de la Argentina. Esto no debe parar nunca. Me de miedo estar acá porque Luis no es fácil musical y poéticamente, porque va al hueso cuando habla y dice. Por eso también elegir cantar ‘La bengala perdida’, porque tiene un texto supremo”, adelanta la cantora. Habrá, también, canciones de sus últimos discos solistas, Para los árboles (2003), Pan (2005) y Un mañana (2008), a manos del mágico guitarrista Baltasar Comotto.
Esta noche se esperan alrededor de tres mil personas en el Konex. Como ocurrió en las dos ediciones anteriores, el clima del concierto tiene más que ver con la celebración viva que con la nostalgia. “Es un recital que se vive con el corazón. Todos los que participan lo sienten así. El motivo principal es celebrar a ese gran corazón inteligente que era Luis, que se vinculada con personas y artistas increíbles. Son unos maestros maravillosos”, sostiene Gustavo Spinetta, hermano del homenajeado, mientras abraza a los músicos que entran y salen de la sala de ensayo de Saavedra. El clima festivo ya se vive desde la previa: hay anécdotas y risas en cada rincón de la sala. “A mí no me sorprende la vigencia de la obra de mi hermano. Pero en espectáculos como este, que tiene una gran convocatoria, te das cuenta cómo él logró llegarle a la gente. Hay un recambio de público: vienen jóvenes, medianos y viejos. Las nuevas generaciones siguen recibiendo su obra como una novedad. Sus canciones combinan belleza y sabiduría. El público quiere volver a tomar contacto con ésa música y la mejor forma de recibirla es a través de estas personas, que fueron creadores junto con Luis de todo ése andamiaje artístico”.
–¿Y cómo se abordan estas canciones sin la presencia de su voz, que era tan particular?
Liliana Herrero: –Al cantarlo, Luis ya está presente. Y cuando no lo cantás, también lo está. Es imposible escapar de Spinetta.
Rodolfo García: –En mi caso, voy a tocar un tema que tuve la suerte de grabar en Artaud (1973) y otros en los que no participé en la grabación original. Esta reunión tiene un doble sentido: es un homenaje a su música y a su obra, y también es un festejo de su cumpleaños. Y además es el Día Nacional del Músico.
–¿Cómo viven este homenaje? La energía colectiva y hermanada ya se siente desde la previa, en los ensayos…
Machi Rufino: –En esta oportunidad me toca compartir con mis compañeros de trío, que son Lito Epumer y Cristian Judurcha. Y eso para mí es un bonus emotivo más allá de evocar la música de Luis. Nunca coincidimos porque ellos tocaron en diferentes etapas. Nos conocemos todos desde hace muchísimos años y sabemos que esto nos mueve el piso. Es un concierto de otra índole.
Ricardo Mollo: –Para mí es volver a esos miércoles de encuentros en la casa de Luis. Él está presente a través de su obra con los amigos que iban a la casa a comer. Tiene que ver con la memoria de un gran músico, pero lo que más prima es la persona. Lo que más se extraña es a él como tipo. Y la manera de estar un rato juntos y traerlo al presente es a través de sus canciones. Fue el tipo más generoso que yo conocí. Era muy cálido y paternal. Cuando lo conocí, en los ochenta, yo era un músico chiquitito y él se acercó a hablarme de lo que había escuchado de mí. Y yo no pude decirle todo lo que lo admiraba y lo quería, porque se adelantó a eso con una generosidad poca vista.
Dhani Ferrón: –Tuve el privilegio de estar en todos, desde el CCK hasta ahora. Si bien primero fui su amigo, después tuve el privilegio de grabar en su último disco. Me encanta que Lili pueda cantar “Bagualerita”. Después que escuchamos la versión de ella ya grabada, Luis dijo: ‘Bueno, ahora podemos hacer la nuestra. La prioridad la tiene Lili. Si la hacemos antes, ¡me mata!’. Entonces, para mí siempre es un orgullo participar de este evento. Cada uno de nosotros lleva algo de él dentro, o sea que está presente en todos nosotros y en el público que viene. Spinetta es vital, es la cultura de nuestro país.
R. M.: –Se nota mucho eso en el público. Hay una frecuencia… una armonía durante todo el concierto y te das cuenta que se genera una comunión abrazada por él.