Como en otras dependencias públicas, los despidos son una característica del desembarco del macrismo. Luego de echar a unos cincuenta técnicos del área estratégica de Dirección de Análisis, en los últimos meses fuentes gremiales denunciaron que se inició una nueva ronda de persecuciones a trabajadores de planta permanente de la Unidad de Información Financiera (UIF). Según aseguraron, se les quita funciones y hubo recortes en sus salarios.
No bien desembarcó la nueva conducción de la entidad, se inició una purga en Análisis, que se encarga de investigar los reportes de operaciones sospechosas. De esa área eliminaron a la mitad del personal, todos analistas formados en cursos en el país y el exterior, muchos de los cuales tenían varios años de capacitación. El objetivo es centralizar el control y las decisiones en pocas personas, fieles a la nueva conducción de la entidad.
Otra área fue la Dirección de Supervisión, que monitorea la implementación de procedimientos de supervisión y control, en donde echaron a ocho de trece integrantes y sólo quedaron cinco personas para controlar a unos 40 mil sujetos obligados a reportar sus movimientos financieros. Allí desembarcó Celeste Plee, hija del fiscal Raúl Plee y ex integrante del estudio Marteau. El argumento para todos los despidos fue la prescindencia de sus servicios.
En los últimos meses, luego del traspaso de la entidad a la órbita del Ministerio de Finanzas, se volvió a la persecución de aquellos quienes quedaron en la entidad por su carácter de planta permanente (que no son contratados). Según pudo saber este diario, se les quitó funciones a los encargados de supervisar y realizar sumarios administrativos. “Ahora no hacen sumarios ni controlan”, señaló la fuente a este diario. La contrapartida de la reducción de tareas fue que se les redujeron a la mitad los salarios.