El rosarino Patricio Pron le contó al diario El País de Madrid -donde vive- que pensó el tema de su novela en el transporte urbano de la capital española, al observar cómo las personas pasaban el dedo por la pantalla, para desechar -o elegir- las caras que exhibía Tinder. Aquella imagen se convirtió en Mañana tendremos otros nombres, que ayer ganó la edición número 22 del premio Alfaguara, uno de los mayores de la literatura en español. El texto de Pron explora "la complejidad de las relaciones amorosas atravesadas por la dinámica de consumo y transformadas por las aplicaciones que permiten escoger o descartar pareja a partir de una enigmática combinación de algoritmos", según entendió el jurado. Pron publicó seis libros de cuentos y siete novelas y -orgullo local- escribía contratapas en Rosario/12 cuando era una joven promesa.

El fallo calificó a la obra elegida como "una fascinante autopsia de una ruptura amorosa que va más allá del amor" y que opera como "el mapeo sentimental de una sociedad neurótica donde las relaciones son productos de consumo". Pron sigue siendo joven: tiene 43 años. Sus obras se destacan por la versatilidad del registro y por sus extensos títulos, como El mundo sin las personas que lo afean y lo arruinan y No derrames tus lágrimas por nadie que viva en estas calles. Pron está radicado en España desde hace más de diez años, adonde recaló después de estudiar Filologí­a Germánica en la ciudad alemana de Gottingen.

Los protagonistas de Mañana tendremos otros nombres son "jóvenes urbanos de trabajos brillantes aunque precarios y mal pagos, que van y vienen, se tocan y se destocan", según describió el presidente del jurado, el español Juan José Millás, quien también adelantó que la novela transcurre en un mundo "donde las costumbres culturales han sido sustituidas por hábitos de consumo: el marido no ama a la esposa, la consume".

Pron subió al escenario de la sede madrileña donde se anunció el fallo y sostuvo que su texto intenta capturar las variables habitualmente invisibilizadas que gravitan en una relación amorosa, como las dinámicas económicas, los dispositivos tecnológicos y las cuestiones sociales.

"Se trata de un momento donde el concepto de amor está cambiando como no lo había hecho en muchos años. Y al tiempo que se conforman nuevas parejas y nuevas formas de unión, resulta cada vez más difícil imaginar cuál es el final feliz de un amor. Y en ese sentido mi apuesta personal era tratar de comprender eso y además imaginar un final feliz para dos personas que no tienen nombre y que son parcialmente todos nosotros", destacó.

La novela retoma uno de los vértices recurrentes en la narrativa de Pron, el de la duplicidad: "Me parece que la cuestión clave en estos tiempos para hablar de una pareja es remitirse a las formas de organización tradicional que han dejado de funcionar. Se están produciendo gérmenes de discusiones que cuentan con la ventaja de no haber fracado como sí lo han hecho otras organizaciones", explicó.

Durante la videoconferencia realizada en simultáneo con Buenos Aires y México, el periodista y escritor Jorge Fernández Díaz -uno de los miembros del jurado junto a Manuel Vilas, Gunilla Sondell, Estrella Garcí­a y Pilar Reyes- vinculó al texto galardonado con una novela de enigma, "porque hay un cadáver que en este caso es el amor, un muerto que aquí también habla y dice muchas cosas sobre el mundo moderno y los vínculos amorosos en esta sociedad neurótica".

Pron, que dedicó el premio a los periodistas asesinados en México, a sus compañeros de El País de Madrid, a los profesionales que han perdido su trabajo en la crisis y al editor Claudio López Lamadrid, recientemente fallecido. Sobre el texto premiado, relató: "No podemos llamarla una novela de ideas ni una novela filosófica pero es la confluencia de varias prácticas y tendencias que surgieron a raíz de una serie de experiencias personales y de amigos míos, que en los últimos años regresaron al mundo de la soltería descubriendo que las formas en que ellos establecían contacto con sus eventuales parejas habían cambiado por completo".

La obra, que se impuso entre 767 manuscritos procedentes de España y Latinoamérica, será publicada el 21 de marzo en todo el territorio de habla hispana y su autor recibirá también 175.000 dólares y una escultura de Martí­n Chirino.