El serbio Novak Djokovic continuó adelante en su búsqueda de un histórico séptimo título en el Abierto de Australia y ayer se clasificó para las semifinales tras el abandono de su rival japonés Kei Nishikori, mientras que Serena Williams quedó apeada en los cuartos de final. La ex número 1 mundial estadounidense desaprovechó cuatro bolas de partido ante la checa Karolina Pliskova, con lo que no podrá igualar el récord de 24 títulos del Grand Slam, que seguirá ostentando en solitario la australiana Margaret Court.
El que sí sigue adelante en su carrera por un record es Djokovic, que lidera el palmarés masculino en Melbourne con seis títulos, igualado con el suizo Roger Federer y el australiano Roy Emerson. Nadie ha logrado siete títulos en el torneo de hombres en esta cita y él está a apenas dos victorias de conseguirlo.
Nishikori, que venía de un durísimo partido a cinco sets ante el español Pablo Carreño, renunció por problemas en el muslo derecho, cuando el serbio iba ya ganando 6-1 y 4-1. En semifinales, Djokovic se enfrentará al francés Lucas Pouille (31), que venció al canadiense Milos Raonic (17) por 7-6 (4), 6-3, 6-7 (2) y 6-4.
Entrenado desde hace menos de dos meses por su compatriota y ex número uno del circuito femenino Amélie Mauresmo, Pouille es el primer francés que llega a las semifinales de un torneo del Grand Slam desde que Gael Monfils accedió a las del US Open en 2016. Sus mejores resultados hasta ahora en uno de los cuatro grandes eran los cuartos de final de Wimbledon y del Abierto de Estados Unidos en 2016.
En el cuadro femenino, la eliminación de Serena Williams fue la gran noticia ayer en Melbourne Park. La actual número 16 del mundo perdió ante Pliskova (8) por 6-4, 4-6 y 7-5, después de desaprovechar cuatro bolas de partido a favor, y su rival checa se enfrentará en semifinales a la japonesa Naomi Osaka (4), que derrotó por su parte 6-4 y 6-1 a la ucraniana Elina Svitolina (7).
Pliskova, de 26 años, rozó la eliminación en un intenso tercer set, donde levantó esas cuatro bolas de partido. Williams, de 37 años, lideraba por 5-1 antes de desplomarse y resultar derrotada al cabo de dos horas y 10 minutos de partido.
“Ya estaba casi en los vestuarios y ahora estoy aquí como ganadora. Es una sensación estupenda”, declaró Pliskova. “Mi cabeza estaba ya en el vestuario. No estaba jugando muy bien en el tercer set, pero pensé, vamos a intentarlo”, señaló. “Serena estuvo un poco floja al final, así que aproveché y gané”, celebró la checa.
La ex número uno mundial estadounidense no desplegó ante Pliskova la intensidad que había mostrado previamente en el torneo, donde en octavos había eliminado a la todavía número 1, la rumana Simona Halep.
A sus 37 años, Serena Williams volvía en Australia a la competición oficial cuatro meses después de la final que perdió ante Naomi Osaka en el Abierto de Estados Unidos, marcada por su enorme enfado con el juez de silla.
Además de en esa final en Nueva York, había perdido en la final del anterior Grand Slam, Wimbledon 2018, con lo que se le sigue escapando el sueño de 24º título en un grande. El último torneo del Grand Slam ganado por Serena Williams fue precisamente el Abierto de Australia en 2017, cuando estaba ya embarazada de su hija Olympia.
Además de Pliskova-Osaka, las semifinales femeninas de Australia contarán con un duelo entre la checa Petra Kvitova (6) y la estadounidense Danielle Collins (35). Las primeras tres aspiran a ocupar desde el próximo lunes la cima de ranking WTA.