“Es el lenguaje elemental del género”, dice Diego Tejeida para explicar el papel del riff en el camino de Haken, que desembocó en el sonido de Vector, su quinto y más oscuramente pesado trabajo de estudio. “Los riffs en Vector son una herramienta esencial de orquestación, como en cualquier disco del estilo. El sonido viene de una decisión consciente desde el inicio, entonces nos fue más fácil diseñar algo bien pesado para guitarras, teclados y, por supuesto, las composiciones”, dice el tecladista mexicano, aunque los riffs no son su metier específico. Este colectivo tampoco es aquel de Aquarius (2010), que pretendía revelar cuántos ritmos podían caber en un track de 15 minutos. Bueno, las extensiones sí son parecidas, pero ahora la energía está puesta en la fuerza de las guitarras, en su ensamble con el bajo y la cabalgata del bombo, por lo que a las teclas les queda el aporte preciso de matices, texturas y colores. “Es el primer disco en el que le dijimos adiós a los sonidos orquestales. Desde el punto de vista de los teclados, todo tiene un toque más analógico y oscuro.”

El impulso final para volcarse hacia este tipo de repertorio tuvo seguramente que ver con el ensamble del sexteto londinense junto al baterista Mike Portnoy, ex Dream Teather, que hace poco los describió como “la nueva generación de metal progresivo”. Juntos giraron bajo el nombre de Mike Portnoy’s Shattered Fortress, y pasaron por Buenos Aires en 2017. “El repertorio que tocamos fue, sin dudas, de los temas más pesados escritos por Dream Theater. Probablemente, de una manera inconsciente, Shattered Fortress nos dio esa inyección de confianza para finalmente decidir escribir un álbum más agresivo”, retoma el músico.

Además de la definición grupal, el carácter del sonido tuvo mucho que ver con las sugerencias del ahora ex Periphery Adam “Nolly” Getgood, a cargo de la mezcla, a pesar de la insistencia en no convocar productores. Tejeida así lo justifica: “Somos seis individuos con personalidades muy diversas y opiniones muy fuertes, con gustos musicales diversos. Somos de lugares diferentes y tenemos distintas edades, y esa diversidad de intereses personales y musicales hace que exista una sinergia a la hora de componer. Agregar una séptima persona a la ecuación simplemente complicaría aún más el esquema. El tener poder sobre nuestro sonido de principio a fin nos da la ventaja de poder plasmar de manera concisa lo que queremos transmitir. Esa es la importancia crucial de ser el productor de tu música”.

Para completar el formulario del manual, el agregado de esta quinta placa de estudio es un cierto toque operístico, que empieza a desarrollarse con la presentación de un particular personaje, el “buen doctor” Rex, con la electricidad como prescripción psiquiátrica. El músico prefiere no decir mucho más sobre él: “Aún hay secretos que descubrir acerca de Vector y la historia detrás del paciente y el Doctor, que a la fecha no ha sido totalmente descubierto por los fans –se excusa–. Pudimos explorar varios temas relacionados con experimentos psicológicos, psicoanálisis y otros aspectos emocionales. Definitivamente hay elementos de ópera rock, como también experimentaciones con corrientes de música electrónica, djent y rock clásico”.

Siempre dentro de un microcosmos, el apogeo del prog metal de comienzos de este siglo fue traccionado por ejemplos disímiles como los mencionados Dream Theater, u Opeth. Esto propulsó a Haken a asumir su propia cuota de tecnicismo hace más de 10 años. Hoy no están de moda las canciones largas, los trabajos conceptuales, y mucho menos aquellas con variaciones internas. Por eso deben desafiar estas estructuras con armas pensadas hace 50 años, más algunas actualizaciones. “Una de las herramientas más poderosas al escribir o crear cualquier tipo de arte es el incluir especias y texturas que vengan de otros mundos o corrientes artísticas. Por ejemplo, intento integrar mucho las influencias de la música que escucho en mi tiempo libre, desde electrónica experimental hasta compositores minimalistas como Philip Glass o Brian Eno. En Haken la idea de borrar límites y aceptar influencias o sonidos, por más atípicos o exóticos que sean, es lo que nos mantiene interesados en innovar con el sonido.”

* Domingo a las 21 en Groove, Av. Santa Fe 4389.