En noviembre el parate en la construcción se cobró 21.714 puestos de trabajo, al contabilizarse 411.100 empleos, un 5 por ciento por debajo de los 432.814 de igual mes del año anterior. El dato corresponde al informe de situación laboral del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric), el cual arrojó también un retroceso, de 5990 puestos, frente a octubre previo (417.090), un 1,4 por ciento menos. El deterioro se corresponde con la evolución del resto de los indicadores de la actividad de la construcción. El consumo de cemento, indicador por excelencia del nivel de actividad, evidenció en diciembre una baja de 19,5 por ciento interanual, “transformándose en la más significativa desde julio de 2016”. En los últimos tres meses de 2018 el consumo de cemento se contrajo 15,5 por ciento, mientras que los despachos bajaron 14,5 por ciento, “lo que constituyó la segunda mayor caída trimestral desde la crisis de la salida de la Convertibilidad”, sólo superada por la del segundo trimestre de 2016 en plena primera recesión de Cambiemos.
El desplome en 2016 en el sector coincidió con el primer y temprano proceso de recesión económica de la administración Macri. En ese momento, el Gobierno justificó el frenazo de la obra pública a la revisión de los contratos previos, a lo que se sumó la retracción en desarrollos privados por el cimbronazo de precios internos que generó el aumento del dólar. El año siguiente se reactivaron algunas obras de infraestructura en clave electoral, lo que motorizó el sector hasta abril del año pasado, cuando nuevamente las tensiones cambiarias y la suba en el precio de la divisa estadounidense volvieron a encarecer el costo de construir. La recesión iniciada en los meses siguiientes y el compromiso del Gobierno con el Fondo Monetario de ajustar el gasto público terminaron por planchar la actividad de construcción.
“La dinámica del empleo mostró cierta anticipación en relación a la caída que tradicionalmente se observa durante el período estival, y se colocó en línea con otros indicadores sectoriales como el consumo de cemento, en particular, y del ISAC, en general, los que exhibieron retracciones significativas durante el mes bajo análisis”, advierte el informe del Ieric. El acumulado para los primeros once meses de 2018 muestra una media de ocupación que supera en un 3,3 por ciento a la de igual período del año previo. El peor registro de la serie interanual enero-noviembre fue para el cotejo entre 2016 y 2015, con un desplome del 10,9 por ciento, según el Ieric.
La reducción de los planteles medios de las firmas constructoras determinó una baja en el indicador de empleo promedio que se situó en los 14,1 puestos de trabajo registrados por empresa, un 0,8% menor al nivel de Octubre último. “El tamaño medio de las firmas constructoras no sólo se ubicó un 2,7 por ciento por debajo de igual mes de 2017, sino que marcó su menor nivel en algo más de un año”, detalla el informe. La contracción del empleo se concentró en las firmas de entre 500 y 1000 obreros, con caídas de 6,9 por ciento contra octubre y de 13,4 por ciento interanual.
La caída en el volumen de ocupación sectorial se hizo sentir en todo el país. Los partidos que conforman el Gran Buenos Aires resultaron los más afectados, explicando un 25 por ciento del total de la contracción a nivel nacional de noviembre. Por segundo mes consecutivo, el noroeste fue el de peor desempeño, evidenciando una retracción del orden del 4,7 por ciento contra octubre.
Por su parte, los salarios en noviembre se vieron impulsados por la entrada en vigencia del incremento de los Básicos de Convenio fruto de la negociación paritaria. “La media de las remuneraciones percibidas por los trabajadores registrados alcanzó los 22.584,3 pesos, marcando un crecimiento del 27,7 por ciento con relación a igual mes de 2017”, lo que representó 20 puntos por debajo de la inflación del año, que se ubicó en 47,7 por ciento.