Diez partidos separan a Racing de la obtención de su quinto título en los últimos 31 años; a Eduardo Coudet de su primera consagración como entrenador y a Lisandro López de su tan ansiado festejo con la Academia. Para un equipo que se relevó como un sólido líder durante la primera parte de la Superliga (ganó 11, empató tres, perdió uno), que tiene el segundo ataque más goleador (27 tantos) y la valla menos vencida (8), diez partidos parece poco. Pero, ¿qué hay detrás de esos 30 puntos en juego?
Por empezar, la mitad de sus futuros rivales se ubican en la parte de arriba del campeonato, cuatro en mitad de tabla y sólo uno en zona de riesgo. Algo bastante contrastante con la etapa 2018 del torneo, donde el equipo de Coudet aprovechó un fixture accesible si se tienen en cuenta las posiciones actuales. Allí, se enfrentó con sólo tres equipos de la parte alta: 2-2 en Atlético Tucumán, triunfo 2-0 sobre Vélez y doloroso 2-2 con Boca tras ir ganando por dos goles. Es decir, una victoria en tres partidos; una cifra bien diferente de los diez triunfos en 12 encuentros conseguidos frente a rivales que se ubican por debajo de la zona de clasificación a copas. Además, el puntero tiene por delante dos clásicos: en la fecha 17, con River, su verdugo en la última Copa Libertadores; mientras que en la 19 visitará a Independiente, un escenario que le es poco beneficioso.
Quizá el dato más favorable para que la palabra “campeón” vuelva a sonar por Avellaneda se de al hablar de sus perseguidores. En sus últimas consagraciones, Racing fue siempre seguido muy de cerca por River: en 2014, por el elenco del debutante Marcelo Gallardo (quedó a dos puntos) y, en 2001, por el súper equipo encabezado por D’Alessandro, Ortega y Cambiasso bajo la dirección de Ramón Díaz (a un punto). Ahora, con la tranquilidad de tener al campeón de América a 17 puntos de distancia –además, Boca está a 12, Independiente a 13 y San Lorenzo a 22–, la Academia tiene a dos de sus principales contendientes en Atlético Tucumán y Huracán, clubes muy diezmados durante el mercado de pases. Claro que su principal amenaza es Defensa y Justicia, escolta a sólo tres puntos, único invicto del campeonato y quizá, el elenco que logró exhibir el estilo de juego más vistoso del torneo.
Sin embargo, bajo el liderazgo de López, la sabiduría del chileno Díaz en el medio, las iluminaciones de Centurión y Zaracho en ataque, y el gran nivel de Saravia, Donatti, Sigali y Arias en el fondo, Racing parece tener con qué escapar de las garras del Halcón y, de no mediar alguna sorpresa, todo se definirá justamente en la última fecha, cuando ambos se enfrenten en Avellaneda. Por virtudes propias y carencias ajenas, la Academia depende de sí mismo. Y esta vez, eso parece ser algo bueno.